Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Kate ha vuelto al trabajo. La duquesa de Cambridge, quien acaba de cumplir el primer trimestre de su segundo embarazo, parece haber encontrado mejoría de las náuseas y mareos que llevaba sufriendo desde el comienzo del mismo.

 

Primera visita oficial

 

Kate Middleton ha escogido la visita del presidente de Singapur, Tony Tan Keng Yam, y su esposa para reaparecer ante la prensa y su aspecto no podía ser mejor. Tan elegante como siempre y muy sonriente, Kate saludaba a la pareja acompañada de su esposo, Guillermo de Inglaterra.

 

Durante estas últimas semanas, la duquesa ha guardado reposo absoluto a consecuencia de la hiperémesis gravídica que padecía desde comienzos del embarazo. Tal y como le ocurrió con George, ha sido a partir de las 14 semanas cuando ha encontrado mejoría de sus vómitos matutinos y se ha podido reincorporar a la escena pública.

 

Esta ausencia la ha llevado a perderse algunos actos que a buen seguro hubiera disfrutado. Un par de semanas atrás, Guillermo le entregaba a la mejor comadrona del Reino Unido la medalla de honor por sus 30 años dedicados a traer niños al mundo. Con ella tuvo la oportunidad de charlar, y, aunque el príncipe no entró en pormenores, sí que bromeó sobre la posibilidad de que se trasladara al palacio de Kensington.

 

Un bebé que nacerá en abril

 

Kate y Guillermo han recibido a los Yam en el hotel de Londres en el que se están alojando, el Royal Garden, un lujosísimo hospedaje de cinco estrellas a pocos metros del palacio en el que hacen vida los duques, quienes han llegado a la recepción montados en una carroza, aprovechando que el complicado clima londinense daba una tregua.

 

El segundo hijo de la pareja, quien muchos apuntan que será una niña, nacerá en abril, según confirmó ayer la casa real británica en un comunicado oficial. A pesar de estas semanas llenas de mareos y de náuseas, Kate está muy emocionada con el nacimiento de este bebé, según ha confesado Guillermo a algunos amigos cercanos de la pareja.

 

Los duques no pueden esperar a ver a George jugando con su nuevo hermanito o hermanita, con quien se llevará escasos dos años. ¡Y nosotros tampoco!