Rosa Benito volvió a sentarse como invitada estelar de la noche del viernes del Deluxe, esta vez para hablar acerca de lo que parece el final definitivo de su matrimonio con Amador Mohedano. Un final que, como ella misma confesó, tuvo que ver con un episodio muy desagradable entre ambos que la excuñada de Rocío Jurado intentó aclarar de alguna forma: "Jamás en la vida Amador me ha puesto la mano encima", aseguró.

Durante la primera hora de conversación entre Jorge Javier Vázquez, sus colaboradores y Rosa Benito, ella trató de justificar el fin de su matrimonio con argumentos que iban desde el engaño "Mi matrimonio está lleno de mentiras" hasta la mala relación que se había impuesto entre ellos, con insultos, desprecios, silencios y mentiras. Pero nada demasiado concreto, ningún hecho puntual que explicara claramente la decisión de Rosa Benito.

Tuvo que pasar más de una hora de entrevista para que entrara Amador Mohedano por teléfono, bronco y malencarado con todo el mundo, con Jorge Javier para empezar y con su mujer, Rosa, para continuar: "Cállate de una vez que hablas mucho, ahora me toca hablar a mí". 

Una intervención, la de Amador, a la peor forma de defensiva contra Rosa, y que acabó provocando, con su tono intimidatorio y despectivo, que ella -después de que él colgara el teléfono de manera abrupta- hablara por fin claro. 

"Voy a decir algo que quería tapar", advirtió Rosa Benito, "Desde el 2008 no me ha pagado nada de Hacienda. Ahora lo debo yo, porque yo soy la que estoy ahí". 

Amador, como exmanager y representante de su mujer, ha pasado 5 años sin declarar sus ganancias a Hacienda, a espaldas de Rosa, que lo descubrió cuando decidió acudir al gestor para poner en orden sus papeles. Amador Mohedano, de nuevo, dejando a Rosa Benito y a su familia al borde del precipicio de una deuda millonaria que, según algunos colaboradores del programa, podría superar el medio millón de euros (si bien Rosa aseguró que el importe no era tan elevado):

"Eso es lo que hace que rompa mi matrimonio: cuando me entero de la deuda tan enorme en que me ha metido otra vez. ¡Enorme!"

Y así, Rosa Benito se incorpora al club de mujeres engañadas (fiscalmente) por sus maridos. Si bien ella hace de ese engaño un impulso para la separación y un acicate a su rabia: "En cinco años no ha pagado NADA. Nada. Nada. NADA. NADA. NA-DA"

A partir de ese momento de la entrevista, Rosa Benito se quebró y rompió su resistencia a contar su situación, que también ha sufrido su propia hija, Chayo Mohedano a quien, "el padre también la mete en un lío con Hacienda", según confirmó Rosa. Rosa, que sigue sin saber en qué se gasta Amador el dinero.

A partir de ahora, Rosa sabe que tiene que trabajar, aceptar todo lo que salga y tirar hacia adelante, por ella, por su familia y por la deuda, que Hacienda le ha fragmentado en pagos periódicos a los que ella espera poder hacer frente con su trabajo y ya sin Amador.

A partir de ahora, todo queda claro, y gracias a las palabras de Rosa Benito se entiende mucho mejor: "Durante mucho tiempo mi vida ha sido televisada porque necesito el dinero".