Ahora, 22 años después de su muerte, los herederos de la estilosa Audrey Hepburn se enfrentan en un juicio para aclarar cómo se reparte la herencia. La actriz estipuló que todos sus enseres fueran para sus dos únicos hijos, Sean Ferrer y Luca Dotti, pero estos no terminan de saber a quién le corresponde qué.

La actriz de ‘Charada’ dejó escrito un testamento muy poco claro. Tan poco concretó, que les ha llevado a sus hijos más de dos décadas saber qué es para cada uno. Joyas, trajes de alta costura, accesorios hechos con los materiales más exquisitos … son solo algunos de los objetos de la actriz que se repartirán estos dos hermanos de misma madre, pero de diferente padre. Entre las piezas se encuentra bastante memorabilia de sus películas: posters, guiones, fotografías de rodaje. Unos objetos que harían las delicias de los fans de este icono del cine si salieran a subasta. Por no hablar de los premios que ganó en vida la intérprete, entre los que se encuentran un Oscar o un premio Tony. ¿Os imagináis cuánto podría pagar un coleccionista de objetos de Audrey por alguno de estos galardones? ¡Una millonada! Pero los hijos desean repartirlos más bien por un tema de recuerdos, y no han hecho público su deseo de que estos salgan a la venta, así que preferirán conservarlos.

Para que el reparto fuera equitativo, y así dejarse de posibles rencillas entre ellos, Luca y Sean han recurrido a los tribunales y que sea la justicia quien reparta, en dos mitades exactas (en cuanto a valor se refiere), todos los objetos de su madre.

Por Conchi Álvarez de Cienfuegos