No suele hacerse ‘selfies’ y tampoco es de las que se deja llevar por palabras románticas, pero ayer hizo una excepción. Sara Carbonero dedicó una preciosa frase de Maya Angelou a su chico, Iker Casillas. ¿Será que la lluvia la pone tierna?

“He aprendido que puedes descubrir mucho acerca de una persona si te fijas en cómo se enfrenta a estas tres cosas: perder el equipaje, un día de lluvia y una ristra enredada de luces de Navidad”, esa era la cita que ella recordaba y que asociaba en la tarde lluvia con su pareja, “no importa que llueva si estoy cerca de ti”. Nos morimos del amor.

Puede que ayer, que hacía un día tan feo, se ve que también en Oporto, la pareja se dedicara a estar abrigadita en casa, al refugio de los aguaceros y disfrutando de su chiquitín, Martín, que el próximo enero cumplirá 2 años.

Poco a poco Sara va compartiendo en su cuenta de Instagram detalles sobre su vida y su día a día, pero, sin duda, donde más se abre es en su blog. Ahí, recientemente, y asediada por todas las preguntas de sus fans que deseaban ver cómo es su casa en Portugal, mostró cómo es el domicilio en el que viven en la ciudad del Duero. Una coqueta casa frente al río, con una decoración cálida, limpia y algo minimalista, en la que tienen predominio los colores neutros (el tono preferido de ella es el gris) y los elefantes de Martín, puesto que el pequeño vive obsesionado con estos animales africanos, y siempre que viaja tiene que llevarlos consigo.

Sara está disfrutando de esta nueva etapa de su vida con mucho ‘Slow Love’, como la tienda online que creó hace unos meses con dos amigas, y viviendo los momentos únicos que le deja su estancia en la nostálgica Porto. Da rienda suelta a su vena de lectora voraz, se escapa siempre que puede a sus cafeterías preferidas a desayunar o a tomar un café y está mejorando su inglés, al tiempo que aprende portugués. Está claro, que la de Corral de Almaguer no sabe lo que es desaprovechar el tiempo.