Después de un invierno que se ha alargado más que en Juego de Tronos, la subida de las temperaturas empieza a notarse. El buen tiempo se ha instalado en la península y qué mejor ocasión que ésta para salir de casa y descubrir los tesoros más próximos. En esta ocasión os recomendamos una espectacular ruta que recorre Cataluña desde Barcelona hasta los Pirineos. Un itinerario tan bello como interesante con los mejores y más atractivos elementos: historia, arte, tradición, gastronomía y naturaleza.

Desde el mar hasta los 2.000 metros de altura, este recorrido tiene como eje central las dos tradiciones arquitectónicas de mayor importancia en esta comunidad autónoma: el modernismo y el románico. Un viaje en el tiempo que parte de la espectacularidad orgánica de las construcciones modernistas de la Ciudad Condal y Terrassa, hasta la rotundidad medieval de fortalezas como el Castillo de Cardona y el misticismo de la arquitectura románica cuyo ejemplo mejor conservado es la Catedral de Santa María en La Seu d'Urgell.

Está claro que el saber no ocupa lugar, pero una tierra también se conoce a través de sus manjares, y los excelentes productos artesanales del interior de Cataluña, como el pan de Osona y los embutidos de Vic, corroboran sin miedo a equivocarnos esta afirmación. Asimismo, para los amantes de la actividad al aire libre, esta ruta transcurre por parajes de singular belleza como el Parque Natural de Sant Llorenç del Munt i l'Obac, la Serra de Queralt –a cuyos pies descansa Berga, hogar de la popular fiesta de La Patum– o la Serra del Cadí, hasta el punto final de esta ruta, Gerri de la Sal.