Con rostro serio, mirando a cámara y luciendo un apósito que le cruzaba la cara, por debajo de la nariz, Quim Gutiérrez ha preocupado a sus fans en las redes sociales. El actor acababa de someterse a una rutinaria intervención nasal que, si todo sale bien, le permitirá ganar en calidad de vida.

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“Todo bien, es solamente una reducción de cornetes para respirar mejor”, contaba, tranquilizando a aquellos que sabía que se lanzarían de cabeza a pensar lo peor. Afortunadamente, el actor asegura encontrarse muy bien y ni la venda XL parece importunarle pues, después recordaba esto: “de pequeño me encantaba descubrir que me había arañado por todos lados al volver de trotar por el bosque, la épica de la cicatriz sigue funcionando”.

La reducción de los cornetes, situados en la parte interior de la nariz, a menudo se realiza con radiofrecuencia lo que no deja cicatrices externas. Así que, si Gutiérrez se ha decantado por esta modalidad, se tendrá que despedir de sus ‘heridas de guerra’. Tendrá que pasar un par de días respirando solo por la boca, pues, en sus orificios sales e impidiendo el paso de aire se encuentran alojados dos tapones que obstruyen la respiración hasta la curación de la herida que provoca la intervención. Así que le esperan unos diítas de respiración como si fuera Darth Vader. Pero, tras esos inconvenientes, su sueño mejorará y por tanto, su vida mejorará.

Ah, y para todo aquel enamorado con la forma de su nariz, sabed que no, la operación no tiene ningún carácter estético. Así que en su rostro todo seguirá igual.