José Luis Rodríguez, El Puma, ha ofrecido su concierto más complicado. En Barranquilla, el artista se presentaba ante su público sentado, más delgado que nunca, con gesto cansado y con una botella de oxígeno que le suministraba aire a través de los tubos que iban a dar a sus fosas nasales.

El Puma se había sometido a una complicada operación: dos cateterismos. El artista no quiso dejar plantado a su público, y tras abandonar el hospital, pese a que sus fuerzas estaban al límite, se subió al escenario. La audiencia no pudo evitar preocuparse por su salud. Su apariencia débil, y la bombona de oxígeno les indicaban que el Puma estaba entregándose por completo, haciendo un esfuerzo sobrehumano.

El cantante, que tiene 73 años, padece una enfermedad pulmonar desde hace más de 15 años. La fibrosis pulmonar que presenta no le permite estar tan en activo como le gustaría, y además, cada año que pasa esta se agudiza un poco más, agotando todas sus fuerzas. Por eso, durante el concierto, más que pasearse sobre el escenario prefirió quedarse sentado, reservando todo el aire para sus canciones.

Las redes no han tardado en alarmarse por el estado de salud del colombiano, así como numerosos medios de comunicación latinoamericanos. El Puma es un artista muy querido, y su aparente fragilidad derivada de sus problemas respiratorios, nos ha dejado a todos de lo más preocupados.

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