La duquesa de Alba ha sido trasladada al Palacio de Dueñas, su casa en Sevilla, donde se debate entre la vida y la muerte. Las caras de consternación de sus familiares y amigos daban señales de preocupación a las decenas de personas que se han trasladado hasta las puertas del palacio para dar su último adiós a la duquesa. Pero nunca se sabe, a sus 88 años, Cayetana Fitz-James Stuart todavía puede darnos una sorpresa. No sería la primera vez.
La duquesa de Alba ingresó el domingo en el hospital en una noche en la que nada buena se auguraba. Entraba en la UCI del Hospital Sagrado Corazón de Sevilla tras un empeoramiento de su salud debido a una gastrointeritis aguda, además de una crisis provocada por vómitos debido a una infección de pulmón. Uno de sus médicos de confianza, el doctor Muniaim, pudo controlar los fuertes vómitos gracias a unos antibióticos que le recetó, pero también aconsejó que debía ser ingresada.
Si marido, Alfonso Díez, está a su lado en todo momento y no ha querido separarse de ella al igual que sus hijos. Según fuentes cercanas a la familia, la duquesa sufría ahogamiento y había riesgo de que tuviera alguna hemorragia interna por lo que necesitaban someterla a una serie de pruebas y análisis para conocer el diagnóstico exacto.
A sus 88 años Cayetana Alba está pasando por momentos muy complicados de salud, y aunque hace poco la veíamos disfrutar de la hípica junto a Alfonso Díaz, sus numerosas caídas y su estado de salud no le posibilitan asistir a todos los actos a los que le gustaría.