Ver en directo a su artista preferida era el sueño de las hijas de Pep Guardiola y de Cristina Serra, por lo que esta madre accedió a llevarlas al concierto que Ariana Grande ofrecía en Manchester y que se convirtió en la mayor pesadilla que jamás han vivido. Afortunadamente, ninguna está herida y todas se encuentran a salvo.

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Serra fue testigo, según TV3, junto con las menores, del caos que se desató en el estado Arena de la ciudad británica cuando detonó el artefacto explosivo que llevaba alojado en el cuerpo el kamikaze. Una vivencia que empaña la que debía ser una de las noches más felices para estas niñas, que, ilusionadas por tener delante a su ídolo, habían depositado todas sus ganas en este acontecimiento musical.

Guardiola, a través de Twitter, ha asegurado encontrarse aún en estado de shock y ha lamentado cada una de las vidas que se han perdido en este sangriento atentado que ha conmocionado al mundo entero. “En shock. No me puedo creer lo que pasó anoche. Me condolencias más profundas para todas las familias y amigos de las víctimas #amoManchester”.

Pep y Cristina son padres de tres niños: Valentina, Marius y María, al concierto, parece, la madre solo habría llevado a las dos niñas, las verdaderas fans de Grande. La familia está instalada en el Reino Unido desde hace un año, donde el padre entrena al Manchester City, uno de los equipos más potentes del país.