Tan solo once días –casi una eternidad cuando se está presa– ha tenido que esperar Isabel Pantoja para recibir a los suyos en la cárcel de Alcalá de Guadaíra, Sevilla, donde cumple condena de dos años de prisión por el delito de blanqueo de capitales. Una visita de tres horas y cuarto en la que los nervios y las lágrimas corrieron por la fría estancia donde se produjo el encuentro. Lo contamos en diez puntos.

 

1. Visita muy discreta

Isabel Pantoja solicitó la visita de sus hijos, su hermano y su sobrina nada más ingresar en prisión, aconsejada por la directora. El trámite de la petición dura entre 10 y 12 días, razón por la que entra dentro del plazo normal que Isabel haya podido disfrutar de esta primera visita. Algunas exreclusas se quejaron de que tiene que pasar un mes para que te concedan ese derecho, pero eso no es cierto, ya que se puede pedir desde el primer momento.

 

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