Se prohíbe de manera cautelar la publicación y venta de unas fotografías tomadas a la presentadora Mariló Montero, la pasada Semana Santa, en Bora Bora donde pasaba unos días de descanso con una amiga. La presentadora fue fotografiada en topless en un bungalow de un lujoso hotel.
Desde que Montero tuvo conocimiento de la existencia de estas fotografías, la periodista ha tratado por todos los medios de proteger su intimidad, buscando amparo en la ley, y parece que lo ha conseguido, puesto que el Juzgado de Primera Instancia nº 35 de Madrid le ha dado la razón. La navarra está en todo su derecho de impedir que se comercialicen y se difundan estas imágenes que fueron tomadas en un recinto privado, que el Juzgado ha equiparado con su domicilio.
Las fotografías, que habrían sido captadas mientras la presentadora y una amiga tomaban el sol, perseguirían un interés meramente lucrativo, muy alejado del argumento del interés informativo y público, que es al que se ha recurrido en casos similares.
El auto insiste en que las instantáneas carecen de interés informativo, y que sólo muestran “escenas que pertenecen estrictamente a su vida privada y cuyo conocimiento nada aporta a la ciudadanía”.
Además, el Juzgado ha paralizado la distribución y la publicación de las fotografías dado que también considera que dañarían la imagen de Mariló puesto que exhiben partes íntimas y fueron captadas sin su consentimiento, algo que viola totalmente su derecho a la privacidad.