De acuerdo, la paternidad y la maternidad pueden ser muy sacrificadas, y nada como una escapada marina para relajarse unos días y olvidar noches en vela, horarios imposibles y otros gajes del oficio de ser padres.

De acuerdo, puede que este no sea el caso del hijo de Carolina de Mónaco, Andrea Casiraghi, y su novia, la rica heredera colombiana Tatiana Santo Domingo y que su tarea como padres sea mucho más llevadera que la del resto de los mortales gracias a la ayuda que les permite su posición.

No importa; cualquier excusa es buena para tomarse unos días en las aguas de la Costa Azul a bordo de un barco de vela y surcar el Mediterráneo con amor. Con mucho amor y un caftán.

Apenas cuatro meses después del nacimiento de su hijo Sacha, Andrea y Tatiana se han embarcado junto con unos amigos y Pierre Casiraghi -con una figura admirable- en un velero sobre cuya cubierta los fotógrafos han podido captar una instantánea de su amor.

La pareja, aún sin boda a la vista, disfruta de un verano que podría ser también el de la confirmación oficial del embarazo de Carlota, la hermana de Andrea y Pierre.