Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

Lo último entre las obsesiones físicas de Kim Kardashian pasa por tener una cintura de avispa. Para ello recurre a estrechos corsés que estarían modelando su figura como hacían las mujeres del siglo XIX.

Sus locuras ‘beauty’

Después de haberse hecho infiltraciones de su propia grasa en el trasero y haber pasado por el tratamiento que llaman ‘el Vampiro’, que no es otra cosa que realizarse pequeñas inyecciones de sangre por todo el rostro; Kim Kardashian entona una vez más el “para estar guapa hay que sufrir” y se coloca un estrecho corsé para andar por casa.

El objetivo del corsé no es otro que deformar el tórax para hacerlo más estrecho, logrando eso que tanto parecer ansiar la socialité: una cintura de avispa.

“¡Estoy realmente obsesionada con mi entrenamiento de cintura!”, decía en las redes sociales, mientras no era consciente (o sí) del aluvión de críticas que le llovería. Sus seguidores opinan que la esposa de Kanye West no promociona la imagen de una mujer sana, y que es capaz de cualquier locura por lograr el cuerpo soñado. Otros, sin embargo, no se tragan una palabra de lo que dice esta Kardashian porque saben que puede que sólo se trate de una estrategia promocional de la firma que comercia los corsés, quienes les habrían pagado una considerable cantidad por la mención en Instagram.

Se ha dicho que Kim, por tweet o fotografía en Instagram, es capaz de cobrar 10.000 dólares, algo que ella desmintió en una reciente conferencia dedicada a las redes sociales a la que acudió en calidad de celebrity con mayor número de seguidores. “Si cobrara eso estaría tuiteando sin parar”.

Y Bruce Jenner haciéndose la manicura en rosa

Mientras a Kim le llueven los palos por su última ocurrencia, su padrastro, Bruce Jenner, tampoco puede presumir de una existencia precisamente tranquila. Los rumores que señalan al exatleta como una persona deseosa de someterse a un cambio de sexo han llegado en su 65 cumpleaños. Incontables operaciones estéticas en las que lo único que ha conseguido ha sido afeminizar su apariencia, dejarse el pelo largo y lo último: ser visto con una manicura en color rosa metalizado, no hacen más que echarle más leña al fuego. Todos estos datos han hecho que el exmarido de Kris Jenner se sitúe en el ojo del huracán, a pesar de haber sido siempre el más discreto de toda la familia Kardashian.

Así están las cosas por el clan de la K: tratamientos de belleza que ponen en peligro la salud de quien los practica, manicura sospechosas y divorcios tumultuosos. Esperad, porque estamos seguros que todavía tendremos mucho más que ver…