Es como los duendes, las hadas o los unicornios. Que no existe. Lo mismo ocurre con la lista de espera asociada al bolso más codiciado de todos los tiempos, el Birkin de Hermès. Todos conocemos la leyenda, alimentada por películas, capítulos de series (sí, nos estamos refiriendo en concreto al de Lucy Liu en ‘Sexo en Nueva York’) y comentarios varios. Todos ellos, pura ficción, como que con el sueldo de columnista de Carrie Bradshaw pudiera tener ese armario repleto de joyas fashionistas.
¿Pero quién ha deshecho la bola de nieve que un día debió de comenzar con el más inocente de los comentarios? Michael Tonello, autor del libro ‘Bringing Home the Birkin’, afirma que la celebérrima lista para poder acceder al accesorio, hoy por hoy no existe. Si es que alguna vez existió.
“Ya no emplean el término ‘lista de espera’, en su lugar, se anima a que los clientes establezcan una relación con el dependiente, que será quien les ayude a hacerse con un Birkin”. Nos lo imaginamos algo así como superar las 12 pruebas de Hércules. Vamos, que si te llaman por tu nombre, te dicen que ese color te favorece y te pregunta que tal le va a tu hermana con la dieta disociada, es que te conocen y eso, amigo, te abre las puertas del Olimpo de las bolsos, presidido por el rey de todos ellos, Monsieur Birkin. Pues no era tan difícil, ¿no?