Kim Kardashian (34) tiene siempre un motivo para retratarse. Ahora lo ha hecho en la nieve luciendo un original bikini de piel de animal que ella ha bautizado con el nombre de 'furkini' (fur = piel con pelo), irritando una vez más a los defensores de los animales que tienen en Kim Kardashian uno de sus mayores enemigos por su clara afición a las pieles. Las fotografías –que ha colgado, cómo no, en instagram–, fueron realizadas por su esposo, Kanye West, con un fondo de nieve que, eso no queda claro, no se sabe si es natural o si es un montaje realizado con photoshop. Pero, ya sea nieve de verdad o nieve de mentirijillas, lo cierto es que Kim sigue siendo noticia haga lo que haga. Y eso que solo hace una cosa: hacerse fotos.
De hecho, Kim Kardashian lleva tiempo preparando un libro de 'selfies' que publicará próximamente. De momento, ya tiene lista la cubierta, que compartió con todos sus seguidores, al tiempo que enviaba un mensaje de agradecimiento a sus editores y a su marido, el impulsor de la idea: "Gracias a Rizzoli por hacerlo realidad y ser el mejor compañero. Y unas gracias enormes al equipo Donda y a Kanye por inspirar esta idea y ayudarme a darle forma a este libro, con el que compartiré una década de 'selfies' realizados de forma íntima y artística".
Dicen las malas lenguas que a Kim no le ha hecho mucha gracia que la expareja de Kanye, la exuberante Amber Rose, esté últimamente colgando fotos suyas en bikini en las redes, de modo que ella no iba a ser menos.