Kendall Jenner ha pasado por una mala racha en la que ha lidiado con la ansiedad ligada a su carrera como modelo, pero ahora que esta parece virar hacia la actuación, tampoco ha hecho que la cosa se tranquilice, más bien todo lo contrario. Para sentirse llena de energía, resplandeciente y como nueva en la fiesta post Oscar que celebra la revista Vanity Fair, pensó que lo mejor era someterse a un cóctel de vitaminas en vena que no salió como pensaba, pues lo único que logró fue llevarla de cabeza a un hospital de los Ángeles.
En el Cedars Sinai Hospital, situado en Beverly Hills, permaneció hospitalizada unas horas, aunque The Blast, el medio estadounidense que ha filtrado la información, no ha especificado cuantas, solo ha dicho que fue “un corto periodo de tiempo”.
Allí fue atendida por los médicos para que su recuperación fuera lo más rápida posible y poder asistir así a su cita ineludible con la fiesta cinematográfica. Y no es que ella ardiera en deseos de salir de parranda, nada de eso, para ella esta cita era importante a nivel de trabajo, pues está convencida que de los contactos que se hacen en esta clase de eventos surgen las oportunidades laborales de mañana, y ella, como su amiguísima Cara Delevingne, ya se ha cansado de ser una simple maniquí que desfila y pone poses. Ahora quiere más. Y seguro que lo consigue, pues estas hermanas no hay nada que no puedan.