Sabíamos que lo habían dejado, pero no conocíamos el motivo. Ahora, por fin, se ha sabido el origen del enfado entre Cristiano Ronaldo y su novia, la modelo rusa Irina Shayk. Según publicaba el rotativo portugués Correio da Manha, parece ser que el flamante Balón de Oro estaba preparando una fiesta sorpresa a su madre, doña María Dolores Dos Santos Aveiro, con motivo de su 60 cumpleaños y, por supuesto, contaba con que Irina estaría presente. Sin embargo, a la Shayk no le apetecía en absoluto viajar a Madeira –tierra natal del portugués y donde reside la señora Dos Santos– y se negó en rotundo, entre otras cosas, porque las relaciones entre Irina y su ya exsuegra se habían enfríado en los últimos meses.

Cristiano Ronaldo e Irina Shayk pasaron juntos las vacaciones de navidad en Dubai, pero tras la negativa de la modelo a asistir a la fiesta en honor a la madre del futbolista, la bronca debió ser monumental. Irina voló con rumbo desconocido a otro lugar paradisíaco –donde celebró, el pasado 6 de enero, su 29 cumpleaños– y dejó a Cristiano Ronaldo solo celebrando el fin de año. Días después, la madre de Cristiano Ronaldo se desplazó a Madrid y se instaló en la lujosa casa que el jugador del Real Madrid tiene en la urbanización La Finca. Desde ahí volaron el día 12 a Zurich para asistir a la gala del Balón de Oro que, como todo el mundo sabe, se lo llevó por tercera vez Cristiano Ronaldo, ante la orgullosa mirada de su madre y del pequeño Cristiano Junior, de 4 años, y con la gran ausencia de Irina Shayk.

Para doña Dolores Dos Santos Aveiro, Irina nunca fue la novia ideal para su hijo. La madre del futbolista es una mujer chapada a la antigua que desea que su hijo se case con una mujer que, además de darle nietos, se ocupe del pequeño Cristiano Junior como si fuera un hijo más, algo que, según parece, no era una prioridad para Irina.