Mal rollo hasta en las redes sociales. Los padres de Francisquito Rivera Bueno, Kiko y Jessica, de nuevo han escogido este medio para lanzarse ataques encubiertos. Pullas que van disparadas directamente al corazón del otro y en las que no se cortan un pelo.

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Empezó Jessica. “Tres cosas no pueden ser ocultadas por mucho tiempo: el sol, la luna y la verdad”. Un mensaje colgado en las redes sociales que venía a decir una cosa: mi versión es la válida, no os traguéis la bola que está soltando mi ex. El DJ, que tiene los dedos muy ágiles para contestar y para liarla en Instagram, subía una foto del día de su boda, abrazado a su hijo y la acompañaba del siguiente texto: “Una imagen vale más que mil palabras… tú sigue #papaehijo #hastalamuerte #siemprejuntos #custodiacompartida”. Por si no quedaba claro el primer mensaje, el DJ hace un croquis con sus etiquetas a la mujer que un día juró amor.

Este encontronazo virtual solo es la punta del iceberg del verdadero problema que estos dos padres se traen entre manos. Kiko reclama ver más a su hijo, disfrutando de una custodia compartida que nunca llega, y Jessica se lo quiere llevar al Reino Unido donde ahora trabaja su marido. Un nuevo cambio de residencia para un niño que tendrá que esperar puesto que la justicia, de momento, ha dado la razón a Rivera. El pequeño no podrá ser escolarizado este curso en Londres, y deberá permanecer en España para regocijo de los Pantoja.