De la alegría a la desesperación. Andrés Iniesta y Anna Ortiz vivían el pasado viernes el momento más duro de su vida, al perder el bebé que esperaban a menos de dos meses de ser padres por segunda vez. Un niño que hubiera completado la familia que formaron hace casi tres años, con el nacimiento de la pequeña Valeria.

Andrés, que no acudió con sus compañeros a jugar contra el Valladolid al día siguiente, recibió mensajes de consuelo llegados desde todos los rincones de España. Por eso, dos días después y sacando fuerzas de flaqueza, el de Fuentealbilla respondía desde su cuenta de Twitter. "En nombre de Anna, mío y de nuestras familias no podíamos dejar de agradecer todas las muestras de apoyo y cariño de estos últimos días. Mi familia y yo estamos abrumados e infinitamente agradecidos por todas ellas. Son momentos muy difíciles y os agradecemos que respetéis nuestra intimidad. Estamos seguros que desde ahí arriba el pequeño nos ayudará... Un abrazo a todos", escribía.

Anna, sin ánimo ni siquiera para ello, simplemente se hizo eco de lo que había escrito su marido y, junto a unos puntos suspensivos, colgaba una foto suya en la playa, mirando el infinito.