Al final, Haakon y Mette-Marit se han hecho la foto juntos y la han colgado en las redes.

Ahí estamos y bien unidos, han venido a decir en esta imagen sin palabras con la que salen al paso de los rumores insistentes que circulaban sobre su crisis matrimonial y hasta sobre su posible divorcio. Mette-Marit llevaba dos meses fuera de la agenda oficial debido a que ha sido operada de una hernia discal y se está recuperando. La recuperación será lenta (ocho semanas, se dijo), pero la ausencia y el silencio parecían prolongarse demasiado: así surgieron los rumores de crisis de pareja. La casa real noruega se ha negado a desmentirlos –“estamos acostumbrados a los rumores y nunca los desmentimos”, dijo un portavoz–, lo que no ha hecho más que acrecentarlos. Por fin, de una forma indirecta, la pareja principesca ha posado. Fue ayer en una reunión de balance anual de la Fundación Príncipes Herederos (Kronprinsesparets Fond) que trabaja a favor de los jóvenes en peligro de exclusión. Mette-Marit estuvo en la reunión y se fotografió junto a Haakon y dos voluntarias. “Es fantástico que Mette-Marit, en plena convalecencia, vaya poco a poco reemprendiendo su actividad”, dijeron en la fundación. El próximo día 10 es la ceremonia de entrega del premio Nobel de la Paz, un acto que, tras esta primer y fugaz prólogo, puede escenificar el regreso solemne de la princesa.