4 per. 15 minutos.

250 g de espinacas frescas
200 g de queso de cabra
1 granada
5 cucharadas de aceite de oliva
2 cucharadas de vinagre de jerez
20 g de nueces peladas
Unas hojas de menta
Sal y pimienta

Lava y escurre las espinacas. Parte la granada por la mitad y retira los granos. Mézclalos en un cuenco con la menta lavada y picada, el vinagre, sal y pimienta negra recién molida. Añade el aceite, poco a poco y removiendo, hasta obtener una salsa emulsionada.
Corta el queso en rodajas, colócalas sobre la placa forrada con papel sulfurizado y gratínalas 3 minutos a 200º, hasta que se doren.
Reparte la mitad de las rodajas de queso en 4 platos, dispón encima las espinacas y añade el resto del queso. Aliña la ensalada con la vinagreta de granada, espolvorea con las nueces picadas y sirve.

El truco: deja el queso de cabra durante 10 minutos en el congelador para que se endurezca, así podrás cortarlo más fácilmente.