La tecnología la carga el diablo. Que se lo pregunten si no a Enrique Iglesias, que vio cómo un dron de los que utiliza para grabar sus conciertos le provocaba unos cortes muy serios en una de sus manos. El cantante sufrió unas heridas profundas,  que no le impidieron continuar con el show, pese a que estaba sangrando y terminó manchando la camiseta blanca que lucía.

 

El accidente se produjo en Tijuana, en pleno concierto, con un Enrique dando muestras de ser un grandísimo profesional, que tan sólo se ausentó unos segundos del escenario, los que tardó en ponerse un vendaje que parara la hemorragia, pero no hizo demasiado, puesto que al final, terminó con todo ensangrentado.

 

Una vez hubo terminado el concierto, en concreto, media hora más tarde, Enrique fue llevado a Los Ángeles, donde fue asistido por un médico, que, lo más probable, tuviera que darle puntos de sutura, dada la gravedad y profundidad de las heridas.

 

Enrique continúa arrasando con una carrera llena de éxitos, en la que consigue agotar entradas cada vez que anuncia gira. Y con gestos como estos, el hijo de Julio e Isabel Preysler sólo consigue demostrar lo implicado que está con sus fans y cómo valora la entrega de ellos. ¿Qué otro cantante en su misma situación habría seguido con el show como si nada? Bravo, Enrique, eres un grande del show-bussines.