Dice Belén Esteban que no se ha callado nada. Que se ha abierto en canal, incluso, demasiado, como si eso fuera posible con las horas de televisión que lleva entre pecho y espalda.

'Ambiciones y reflexiones', así se titulan sus memorias, recopiladas en conversaciones con Boris Izaguirre en el Hotel Wellington, 'el hotel de los toreros', donde ayer tuvo lugar su presentación ante los medios. Un libro que es, confiesa, “una terapia”. Un relato que nace después de siete meses retirada de las cámaras, donde cuenta cómo fue su infancia, su adolescencia, pero también sus fracasos amorosos, su caída en las drogas y también su curación, “el nacimiento de una nueva Belén Esteban”. “La que conocisteis hace ocho meses, esa Belén está muerta. Hoy soy otra mujer, una mujer feliz que ha tenido mucha fuerza de voluntad para salir… Y estoy encantada con esta Belén. Me veo guapa, me veo simpática. Tengo todo lo que antes no tenía”-

“Solo hay dos temas de los que no quiero hablar: mi ex marido y mis adicciones”, dijo al comienzo de la multitudinaria rueda de prensa a la que se enfrentaba con un vestido en dos piezas muy ceñido en pata de gallo blanco y negro con los flancos en azul klein. “Lo he tenido que escribir porque foma parte de mi biografía, y no me podía saltar estos temas, pero no voy a hacer ninguna concesión. En el libro me abro en canal, pero así me da vergüenza hablar de esto”.

Con las primeras filas ocupadas por su madre, Doña Carmen, sus hermanos Cuqui y Juan, su inseparable amiga Mariví, e incluso su sobrino más pequeño, aún en su cochecito, Belén Esteban no perdió ni un solo momento la sonrisa. “Ahora en mi nueva vida soy un encanto y me llevo bien con todo el mundo”, aseguraba a carcajadas. Ni siquiera las continuas preguntas sobre sus amores pasados le incomodaron. No así, sin embargo, con los nuevos. “Dicen que estás tan contenta porque hay un hombre por ahí que lo consigue… Porque estás enamorada. ¿Es verdad, Belén?”. “Yo estoy enamorada de mucha gente. A quien te refieres es un amigo. Y yo tengo muchos amigos. Nada más”, zanjó la copresentadora de Sálvame.

“Para mi todo esto es una novedad. Estoy contentísima. Cuando he venido al hotel me han dicho que era número uno de ventas y en la primera persona en la que he pensado ha sido en mi padre. En lo orgulloso que estaría de mí. Si hoy estuviera aquí no cabría en sí de orgullo”, decía emocionada esta mujer cuya vuelta a la televisión tras siete meses recuperándose supuso un nuevo hito de audiencia con un 25,7% de share. Y en eso es en lo que quiere pensar ahora. “El pasado me hace daño”, aseguraba en el único momento en que bajó la mirada.

“Han sido siete meses malos… Muy malos. Estaba enfadada con el mundo… Pero hoy estoy orgullosa de deciros que soy otra, que me he quitado de encima todo lo que me molestaba a mi alrededor y que quiero seguir así, viviendo mi vida”. Porque afirma que lo ha pasado muy mal y que afortunadamente hubo una conversación con su madre que le obligó a abrir los ojos y a decir basta. “Pasaron muchas cosas, mi madre, aquel 5 de abril en Salvame… Muchas. Pero no quiero mirar a atrás”.

Aún lo hace, obligada también, tres veces por semana en el psicoterapeuta. “Gracia a Dios. Es lo mejor que he hecho en mi vida. De verdad. Y estoy muy controlada”. Porque Belén Esteban no quiere volver a fallar. “Mi mayor ambición es seguir con la familia que tengo, con mi trabajo, que me ha dado muchas alegrías aunque antes no lo creyera, y ver a mi hija crecer… Y la mejor reflexión que hago es que he tenido cojones para salir de lo que debía yo solita”.

En ese “solita” se sobreentiendía que ese tiempo de retiro también ha servido a Belén Esteban a olvidar al hombre con el que se casó, Fran. “Jesulín lleva borrado de mi vida catorce años, pero Fran… ¿Fran? Esa persona ya no existe. Le deseo lo mejor, pero, ahora mismo, no sé quién es ni tampoco quiero saberlo”. Incluso, llegó a ser más gráfica ante la insistencia de la prensa por su pasado sentimental. “Para que os enteréis, Jesulín está incinerado y Fran muy enterrado. Están los dos muertos para mí… En el mejor sentido de la palabra… Que sean felices, que encuentren el amor, y que se recuperen si se tienen que recuperar”, dijo enigmática.

Y para que no hubiera lugar a dudas, Belén afirmó que no se arrepiente de nada. Ni con Fran ni con Jesulín, de quien cuenta en su libro que, cuando el matador estuvo a punto de perder la vida en la carretera, le pidió reiniciar su relación. “Pero la vida se había escrito ya la vida de otra manera para nosotros. Yo no me arrepiento de nada. De nada. Ahora, estoy soltera. Divirtiéndome, conociendo a gente, con una hija ya mayor y maravillosa. Sana. Con una madre guapa, con nadie que duerma a mi lado y que quite la sábana… Feliz de la vida”.

Tanto además que la llamada 'princesa del pueblo', un apelativo al que ya se ha acostumbrado pero que no le hace una gracia especial, habla de sexo, algo que antes no se permitía. “Me encantaría tener a un Grey a mi lado (el protagonista de Las 50 sombras de Grey). Disfrutaria como una loca. Porque yo, ahora, a un hombre, le exigiría diversión, diversión y diversión. Un Grey totalmente. Haría de todo, menos lo de las velas, lo que quieras. Tengo mucho que dar y que recibir... Estoy dispuesta a todo”, decía medio ruborizada medio satisfecha por su desliz picante.

Andrea aún no ha leído el libro. Según su madre, porque aún no tiene edad. Cuando Belén lo vea oportuno, hablará con ella. No obstante, el libro está dedicado a su hija. “Y está muy contenta. Piensa que está el libro con su nombre en El corte Inglés al lado de los de Justin Bieber y flipa. Está como loca”. Con la niña, afirma, le une una relación muy especial. Famoso es su grito “por mi hija ma-to”, pero es que Andreíta por ella, “también. Mi hija me adora, tenemos una relación que es demasiado. Es un sargento en mi vida. Se preocupa mucho por mí. Muchísimo. Tanto, que me regaña. El otro día, con la bajada de azúcar, me echó una buena”.

Está empeñada en que Andreíta estudie fuera, aunque eso signifique que la deje sola. “Primero quiero alejarla de todo esto, y segundo, quiero que se prepare bien, que vea mundo, que se encuentre sola y haga frente a la vida”, unas ambiciones que para sí Belén Esteban no tiene. “Yo me quedaría toda la vida en mi Deluxe. Yo me conformo con lo que hago, no aspiro a más. Ya he hecho un Torrente, ya he hecho muchas cosas. Me han ofrecido hasta una telenovela para sudamerica… Yo no la interpretaría. Me buscaría a otra para que hiciera de mí, yo la dirigiría”.

“¿Sabes que jesulín también va a ser actor?” “Eso he oído. Parece que va detrás de mí. Yo hice Torrente 4, él Torrente 5. Yo he escrito mis memorias, él está haciendo lo mismo… Al final, me veo haciendo en una serie yo de Sue Ellen y él de JR”.