Por CONCHI ÁLVAREZ DE CIENFUEGOS

 

Todavía no se había pronunciado. Nick Gordon se había encontrado a Bobbi Kristina inconsciente en la bañera de su domicilio pero todavía no ha podido acercarse al hospital en el que se debate entre la vida y la muerte porque la familia de ella se lo ha prohibido. Ni Bobby Brown, padre de la joven, ni la abuela de esta, Cissy Houston, lo quieren tener cerca mientras rezan día y noche. Las relaciones entre ellos no podían ser más tensas.

 

Rumores de malos tratos y una orden de alejamiento que Marion Houston, cuñada de Whitney y tía de la joven, interpuso el pasado año le impiden acercarse a ella después de que la amenazara y lo mantienen lejos del hospital en el que Bobbi lucha cada día por seguir adelante.

 

Como no puede estar al lado de la que una vez fuera ‘su hermana’, cuando estuvo en acogida por su familia, ha decidido hacerse grabar en tinta su nombre en el antebrazo, para así recordarla siempre y llevarla pegada a la piel.

 

Su abogado, el único que ha hablado por él, ha querido ser claro, “Gordon no desea interponer acciones legales para ver a Bobbi Kristina. A él lo único que le importa es su recuperación”, ha dicho Rendall Kessler.

 

Bobbi, que se refería a Nick como su marido, pese a no haberse casado con él, lleva en coma inducido desde el 31 de enero. Su actividad cerebral es casi nula, pero pese a eso sus familiares han asegurado que sus órganos siguen funcionando, por lo que no ha habido un empeoramiento en su estado de salud.