Dentro de unos días la vida de Leonor cambiará por completo. De infanta pasará a ser Princesa de Asturias, y, por consiguiente, heredera al trono. La más joven de toda Europa, para ser exactos.

Ahora le toca formarse a la niña para convertirse el día de mañana en la jefa del estado español, como hizo en su día su padre y de lo que tanto se ha hablado estos días. De Leonor se espera que crezca políglota, hablando a la perfección inglés, francés y chino; además de catalán y euskera, como lo hace su padre. También como él se educará en el extranjero, lo cual le permitirá poder ser una joven más, sin que una nube de prensa la acose.

Pero no es lo único en lo que la formación de Leonor y su padre se parecerá. La joven, que en un futuro asumirá el mando supremo de las Fuerzas Armadas Españolas, tendrá que pasar una instrucción militar obligatoria cuando alcance la mayoría de edad. Esto no debería de ser un problema para Leonor, puesto que desde pequeña se le está inculcando valores tales como la responsabilidad, la obediencia y la rectitud, y es que sus padres, especialmente su madre, están muy pendientes de que la niña crezca con estos principios básicos para servir a España, tal y como ha dicho que hará el príncipe Felipe.