¿Leéis bien? Sí, pone dos de mayo, no se trata de ninguna fecha antes, como se ha venido rumoreando a consecuencia de una información vertida por un medio ruso, que asegura que el bebé nació días antes y que la casa real británica lo ocultó. El certificado de nacimiento de la princesa Carlota ya ha visto la luz.

El duque de Cambridge ha estampado su firma en este documento que certifica no sólo el nacimiento de la niña, sino también su nombre. El o la trabajador/a del registro se las ha tenido que ver y desear para que toda la información de la criatura cupiera en el poco espacio que la burocracia había dejado a los Royal, porque, si a veces es difícil conseguir que encaje un nombre o apellido compuesto en según que impresos, imaginaros escribir: "Su Alteza Real Princesa Charlotte Elisabeth Diana de Cambridge" ¡Menudo testamento! Esperamos que la niña se haga un sellito, porque cuando le toque poner esa retahíla de nombres en los exámenes, se le consume el tiempo de redacción.