Quedan cuatro días para que Sarah Ferguson entre en una nueva década -cumplirá 60 años el próximo 15 de octubre-, y ella continúa tan estupenda como siempre.

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Sarah Ferguson hará algo en la boda de Beatriz de York que no hizo en la boda de su hija Eugenia

Será protagonista

La exmujer del príncipe Andrés de Inglaterra, cuya reputación no pasa por uno de sus mejores momentos, cuenta con sus propios trucos de belleza para mantenerse bien y, conocida por no tener pelos en la lengua, no ha tenido problema en desvelar cuáles son y cómo se los realiza.

Imagen en diferentes ocasiones de productos adelgazantes y de belleza, la duquesa de York ha explicado en una entrevista concedida al Daily Mail los motivos por los que estaba tan radiante en la boda de su hija Eugenia. "La felicidad brillaba en mí porque mi hija se va a casar. Cuando algo me apasiona, mis ojos brillan. Y, sobre todo, es la felicidad de Eugenia la que me hacía tener tan buen aspecto, aunque también me había sometido a un tratamiento de láser en la cara que me ayudó a estar así", confesaba.

Ahora, de cara a un nuevo enlace familiar, la próxima boda de su otra hija, Beatriz de York, no cabe duda que Sarah repetirá sus cuidados para verse igual o mejor que entonces. "El tratamiento tiene unas prestaciones extraordinarias, todo lo que queremos de un procedimiento cosmético. Se realiza sin dolor, no es invasivo, no requiere un tiempo de recuperación y se termina en menos de 90 minutos", aseguraba la duquesa.

La cara oculta de estos cuidados es la doctora Gabriela Mercik, responsable de los retoques estéticos de la royal. Además del láser, Sarah Ferguson se ha sometido a lo largo de los años a cinco tratamientos para rejuvenecer su aspecto y su piel: bótox, lifting sin cirugía, hilos tensores, rellenos orgánicos y mesoterapia a través de inyecciones de vitaminas.