No están siendo buenos tiempos para Ernesto de Hannover. A sus 66 años, y tras protagonizar dos episodios de lo más vergonzosos este verano -cuando era arrestado e ingresado en un centro psiquiátrico y, días más tarde, se enfrentaba a las autoridades en la comisaría-, esta semana el aún esposo de la princesa Carolina de Mónaco era detenido al ser denunciado por amenazas, daño y coacción en su propia casa.
La denuncia era interpuesta por una trabajadora del hogar quien, junto a su marido, avisó a la policía local para que acudieran al pabellón de caza de Grünau mi Almta, en Austria, donde el jefe de la Casa Hannover reside actualmente. Tras comprobar que no se encontraba en buen estado, el juez del lugar decidió ingresarlo en prisión hasta que se estudiara su situación.
Gtres
Este jueves, la prensa austriaca informaba de que el príncipe ha obtenido la libertad, pero con algunas condiciones. A sus 66 años, Ernesto de Hannover deberá permanecer en un domicilio concreto -que no ha sido desvelado-, no mantendrá contacto con las presuntas víctimas y deberá mantenerse alejado del lugar de los hechos, tal y como ha decidido el juez.
Por su parte, los abogados del royal no han querido pronunciarse al respecto, pero todo apunta a que las autoridades austriacas están empezando a perder la paciencia, y que un altercado más de esta dimensión podría mantener al Hannover detenido durante más de 48 horas, como ha sucedido en esta última ocasión.