Atrás quedaron los rumores que crisis entre Carlos Felipe de Suecia y Sofía Hellqvist. Más unidos que nunca han reaparecido después de pasar unas semanas de vacaciones en la casa que poseen en la playa Villa Mirage en Sainte-Maxime.
Este fin de semana, el príncipe sueco tenía una cita en Gelleråsen, el popular circuito ubicado en las proximidades de Karlskoga. Allí, se disputaba la Copa Escandinava Porsche Carrera, en la que ha participado a bordo de un vehículo amarillo bejo el nombre de Bernadotte, nombre por el que se conoce a la casa real sueca.
Carlos Felipe no ha estado solo. Ha contado con el apoyo desde las gradas de su mujer, Sofía, y sus dos hijos: Alexander y Gabriel, de tres y un año, quiénes le robaron todo el protagonismo. Según la prensa sueca, los pequeños se mostraron muy naturales y divertidos , tanto que resultó graciosa la efusividad con la que aplaudían cuando veían pasar los coches a toda velocidad.
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Al finalizar la carrera, los más pequeños se subieron a un helicóptero mientras su madre les explicaba el funcionamiento.
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