Antonio Banderas está feliz y aunque no quiere comentar nada sobre su situación sentimental o si acudirá acompañado a la gala de los premios Goya del cine español por su novia, la holandesa Nicole Kimpel. El actor, no obstante, tiene palabras de cariño y respeto para su ex mujer, la actriz Melanie Griffith. "A Melanie (Griffith), antes de iniciar una relación con ella, la admiré muchísimo como actriz y la sigo admirando y la admiraré", dijo Banderas en Madrid. "Ese es el único vínculo que yo puedo expresar con ella: el profesional".

 

Banderas y Griffith se separaron hace unos meses tras casi 20 años de matrimonio aunque quiso dejar claro que "yo le voy a ofrecer a Melanie el proyecto de 'Akil' porque está escrito para ella, pero dependerá de sí ella quiere".

 

Ambos tienen una hija en común, quien según el actor no se ha interesado por la interpretación. "Mi hija Estela ha visto los viajes, los sinsabores, la parte oscura... La que no ve la gente", explicó. "La gente se cree que nosotros vivimos en una alfombra roja y nos alimentamos de los flashes de los fotógrafos y no es así".

 

El español, de 54 años, está feliz y prefirió no comentar nada sobre su situación sentimental o si acudirá acompañado a la gala de los premios Goya del cine español.

 

Banderas compareció ante la prensa en la Academia Española de Cine días después de anunciarse que recibirá el Goya de honor en reconocimiento a los 35 años de carrera. El actor aseguró que el galardón es un estímulo y confió en poder expresar todo lo que siente en la gala de los premios el próximo 8 de febrero. "Es un privilegio y un honor", explicó. "El premio tiene una parte de recompensa y otra parte de estímulo".

 

El actor, productor y director malagueño insistió en que es "un privilegio y un honor formar parte de ese club" de galardonados con el Goya de Honor. En su caso, es el más joven en recibirlo. "Yo que voy camino de los 55 me resulta un piropo que aparezca la palabra joven ligada a mi nombre, me gusta", explicó.

 

El actor fue candidato al Goya como mejor actor en cuatro ocasiones. Sin embargo, nunca conquistó el premio. "Los premios no son importantes hasta que te los dan", afirmó. "Las cosas que me han pasado en mi vida, la gente que he conocido, todo forma parte de un sueño del que a veces creo que voy a despertar".

 

Su comparecencia se convirtió en un repaso a su carrera, en la que dijo haber asumido "riesgos profundos", como probar suerte en Estados Unidos "cuando no había una tradición clara". "He puesto mi granito de arena. Haber roto esa barrera que parecía imposible", se congratuló. Una carrera que, cuando echa la vista atrás, le parece de ciencia ficción.

 

Pero también dejó constantes referencias a su futuro laboral. "Me apetece no abandonar el cine americano pero sí implicarme muchísimo más en el cine español. Básicamente en la dirección y la producción", reveló. Y a pesar de algún fiasco, como el de 'Justin y la espada del valor', se mantiene esperanzado. "Como dicen los americanos, "no guts, no glory" ("Sin narices no hay gloria"). Ahí está quizás el secreto de mi profesión", sentenció.

 

Por eso, frente a las quejas y los mensajes catastrofistas, Banderas aboga por aferrarse a su optimismo: "Lo que no podemos es justificarnos con las cosas que nos hacen". ¿En qué basa su fe a prueba de bombas? "En el capital humano que manejamos. Los actores nuevos me fascinan. Son mucho mejores que nosotros cuando comenzábamos".

 

El horizonte de Banderas está repleto de distintos proyectos. Estos días ha estado alternando tareas de doblaje para una película sobre el personaje animado Bob Esponja con el rodaje en Cantabria de 'Altamira', donde interpreta al descubridor de las primeras pinturas prehistóricas. Además, tiene pendientes de estreno 'Los 33', sobre los mineros chilenos que pasaron dos meses encerrados en una mina en 2010; y 'Knight of cups', de Terrence Malick. "Me dio un monólogo de nueve páginas y me divertí muchísimo, sin saber si iba a aparecer en la pantalla. Aunque me preguntaron si aceptaba ser el quinto en los títulos de crédito", lo que interpreta como una señal de que sí aparecerá en el metraje final.

 

A los jóvenes no se atreve a darles consejos. "Hay que ser muy sabio y no lo soy. Y he interpretado a muchos héroes y tampoco lo soy". Pero sí tiene claro lo que se necesita para actuar: "Hay una palabra que funciona, y es amor. Amor por aquello que haces. Lo hermoso de esta profesión está entre "acción" y "corten". En un chaval joven tiene que primar el contar una historia a la gente. Que se enganchen a la esencia de lo que significa esta profesión".