Un servicio religioso solemne en la abadía de Westmister, el mismo lugar donde la reina de Inglaterra fue coronada hace 60 años, ha servido para conmemorar el aniversario de su reinado.

La reina ha acudido acompañada de su marido, el duque de Edimburgo, y a la ceremonia han acudido más de 2.000 invitados que han querido compartir con Isabel de Inglaterra este acto solemne al que también ha asistido el heredero al trono de Inglaterra, el príncipe Carlos, y su mujer, Camila Parker, ya de regreso de su viaje en solitario a París.

Entre los presentes se encontraban también los otros hijos de la Reina: el príncipe Andrés con sus dos hijas, los condes de Essex (el príncipe Eduardo y su mujer, Sophie Rhys-Jones) y Ana de Inglaterra.

Dado que se trababa de un acto oficial, también han acudido el Primer Ministro, David Cameron, y algunos miembros destacados del Parlamento.

Pese a la convocatoria multitudinaria, todas las miradas han estado pendientes del estado de la duquesa de Cambridge, Kate Middleton, embarazada ya de 8 meses y sonriente durante toda la ceremonia donde ha compartido gestos cómplices con su marido, el príncipe Guillermo y el hermano de este, el príncipe Enrique.

Para la ocasión, Kate ha lucido un vestido en rosa palo y manga francesa que ha combinado con un elegante tocado en el mismo tono.