‘Siempre’. Breve, directo y lleno de compromiso. Con esta palabra Ana Fernández recordaba en Instagram a su chico, Santi Trancho, fallecido hace tres meses en un accidente de moto. Un ‘siempre’ que responde a la promesa de amor que la actriz le ha hecho al cámara de Frank de la Jungla. Un ‘siempre’ que significa que hasta el último día de su vida recordará su historia de amor.

 

Aún es pronto para que Ana sea la misma de antes. Sus apariciones públicas son contadas, y cada vez que posa, la sonrisa no asoma por su cara. Sus ojos no desprenden la viveza que tenían tres meses atrás y, aunque ella lo intenta, su corazón está demasiado roto como para poner el marcador a cero. Ni puede, ni quiere.

 

La actriz de ‘Los protegidos’ se ha prodigado poco por eventos, cuando antes solía ser un rostro muy habitual en ellos. Hace un mes reapareció en el Festival de Málaga para presentar ‘Sólo química’, su primera película como protagonista, y hace unas semanas apoyó a sus amigos de Maldita Nerea en uno de sus conciertos.