Ana Boyer está en una nube. Su relación con el tenista Fernando Verdasco va viento en popa, y las cosas en el terreno profesional también le van de maravilla.

La hija de Isabel Preysler, asegura que lo que más le gusta de Verdasco es lo “detallista y cariñoso” que es este con ella, además de lo compenetrados que están. Y es que la pareja desde que comenzó a salir en 2013 se ha convertido en una de las más sólidas e inseparables del panorama actual.

Ana, que trabaja a diario en un bufete de una firma de abogados, trata de compaginar su faceta más profesional, con la mediática, que, como dice ella, le viene dada desde su nacimiento. Ella asegura que disfruta de ambas, y que seguirá compatibilizándolas mientras pueda.

De momento, la joven no quiere oír hablar de boda, ni tan si quiera de independizarse, puesto que asegura vivir muy bien al ladito de su madre y hasta que esta “no la eche de casa”, seguirá en el domicilio familiar.