Pasó de trabajar de mascota de una cadena de pollo frito, donde ocultaba su esculpido cuerpo bajo un disfraz de felpa, a no dejar nada a la imaginación como el juguete de ‘Thelma & Louise’, un pequeñísimo papel que le abrió las puertas de Hollywood. Con flequillo, barba o media melena, jamás se ha bajado del Olimpo de los más taquilleros y los mejor pagados. Ha encadenado relaciones que, en su día, parecían perfectas e irrompibles: primero con Gwyneth Paltrow, después con Jennifer Aniston. Su ruptura  con esta última hizo época: Brad se fue un día a rodar ‘Sr. y Sra. Smith’ con Angelina Jolie y nunca volvió. Brad y Angelina, ‘Brangelina’, son una institución, una pareja nómada y solidaria de mil causas. Viajan siempre con sus seis hijos, tres biológicos y tres adoptados, que lucen primero el apellido de su madre.