Con algunos gestos sencillos, puedes evitar que su aspecto envejezca antes de tiempo.
1. Contra el 'código de barras'. A partir de los 40 años aparecen las arrugas verticales sobre el labio superior (es el llamado 'código de barras', que suele dar la sensación de que la persona tiene más edad), los surcos nasogenianos se acentúan y endurecen la expresión, y las comisuras de la boca se relajan y caen dando un aspecto triste al rostro. Si aplicas de forma regular sérums antienvejecimiento y productos enriquecidos con esferas de colágeno y ácido hialurónico, esas pequeñas arrugas verticales que se forman sobre ellos se irán rellenando.
2. Contra la pérdida de definición y volumen. Tus labios pueden ser finos porque así lo determina tu genética pero, en general, todos tienden a afinarse con el paso de los años. El maquillaje puede ayudarte a que visualmente se vean más anchos y voluminosos.
- Usa una barra clara y nacarada en el centro del labio inferior. De esta forma los pigmentos reflejarán la luz y darán sensación de más volumen.
- Evita los colores oscuros. Por lo general, estos tonos endurecen la expresión y añaden años. Ten en cuenta que los rosados son los que suelen favorecer a cualquier edad y también a cualquier tono de piel.
- Perfílalos siempre. Si quieres que el resultado sea elegante, el perfilador no debe destacar por encima del color de pintalabios que escojas. Puedes 'dibujar' con él un contorno algo más ancho del tuyo propio.
- Acaba con gloss. Aplícalo sobre el color y también 'ganarán' volumen
3. Para que se vean más bonitos. Hay otros gestos que te ayudarán a lograrlo.
- Aplica bálsamo labial (sobre todo si el ambiente es seco y hace mucho sol y/o viento) con ingredientes nutritivos y protectores: ceras, mantecas de cacao y karité, aceite de jojoba...
- Usa un exfoliante suave con microgránulos (hay productos específicos y muy suaves para esta delicada zona) o frota suavemente los labios con el cepillo dental antes de aplicar el bálsamo.
- Desmaquíllalos muy bien, deslizando sobre ellos un algodón empapado en desmaquillador de ojos (ambas zonas son más sensibles que el resto del rostro) para retirar los restos de pigmentos colorantes.
Recuerda, además, que hay dos malos hábitos que no les favorecen: humedecerlos con la lengua pues la saliva los deshidrata mucho (tampoco los mordisquees ni arranques las pieles muertas, ya que pueden aparecer heridas) y fumar, que los hace envejecer prematuramente.