La hiperproducción de sebo tiene una ventaja: sirve de protector frente a los agentes externos. Por este motivo, la piel grasa envejece mejor, con pocas arrugas, y más tarde que la seca. ¿Cuál es entonces su principal problema? Las lesiones residuales del acné de juventud, es decir, las cicatrices indelebles y las manchas postinflamatorias. También es muy frecuente la falta de luminosidad, porque la piel grasa es más gruesa y los poros dilatados no reflejan la luz.

Higiene facial suave

Debes realizarla dos veces al día, ni más ni menos. Te convienen las aguas micelares y las limpiadoras sin sulfatos que se retiran con agua. Evita los productos detergentes muy espumosos (no uses gel de ducha en el rostro), debilitan y deshidratan la piel.
 Además, usa cosméticos de textura ligera y con baja proporción de lípidos, como sérums, ampollas, cremas con textura de gel y bálsamos fluidos.

Usa despigmentante por la noche. Aplícala sobre las manchas con constancia, ya que los resultados son visibles a partir de 2 meses de seguir el tratamiento.


Activos imprescindibles para ti. Los hidroxiácidos (glicólico, salicílico), que renuevan la superficie de la piel dando un tono uniforme; el retinol (anti-edad y regulador de grasa); los despigmentantes (kójico, azelaico) y antioxidantes proluminosidad (vitamina C, té verde).

Tu aliado perfecto. Un limpiador ultrasónico. Es un aparato exfoliante que combina la limpieza en profundidad mediante ultrasonidos y la revitalización por sonoforesis (aumenta la penetración de activos). Se recomienda usarlo 2-3 veces por semana.

Otros tres gestos que cuidan tu piel

1. Hidratante, siempre. No 'te la saltes' pensando que no la necesitas porque tu piel ya tiene suficiente grasa o lípidos y te proporcionará más brillo. Ten en cuenta que esta compensa el efecto resecante de algunos tratamientos (antiacné, retinoides, etc.). Usa una que sea matificante.

2. Maquillaje. Fíjate que en el envase diga “no comedogénico”. Camuflará tuss imperfecciones, sin riesgo de reengrasar ni taponar los poros.

3. Relax. Tómate las cosas con calma. Las situaciones estresantes aumentan los niveles de cortisol y adrenalina, que tienden a generar más sebo.