Por un lado, parece que un estado alegre ejerce un efecto protector frente a las enfermedades, lo que se traduce, según la University College de Londres, en que las personas felices tienen un 35% menos de probabilidades de morir en los 5 años próximos en comparación con las personas menos alegres. Por otro lado, se ha constatado que a medida que pasan los años 'aprendemos' a ser felices. En base a esto, te proponemos los mejores consejos para lograr vivir más años y con más felicidad.

Dejar de fumar alarga la vida. Incluso si lo haces tras muchos años. Siempre se habla de los riesgos del tabaco y de su incidencia sobre la salud y el envejecimiento (el humo del tabaco es un poderoso oxidante para las células), pero un estudio publicado en la revista 'Archives of Internal Medicine' arroja un nuevo dato muy positivo: si dejas el hábito, incluso tras muchos años de haber adquirido esta costumbre, tus células ganan vida al instante.

Quienes miran por su salud suelen ser más felices... Así de tajantes son los resultados de una investigación de la Universidad de Melbourne (Australia). El estudio también ha desmentido un mito: el éxito y el poder no dan la felicidad.

...Y los que se preocupan por los demás también. Según los expertos, ser altruista y generoso ayuda a liberar hormonas (endorfinas) que reducen el estrés y fortalecen el organismo.

Ver el vaso 'medio lleno' es pura medicina sin efectos negativos. Son muchos los estudios que han constatado que adoptar una actitud positiva regula los niveles de ansiedad, lo que repercute a todos los niveles en la salud y ayuda a mejorar la calidad de vida.

Tener ilusiones, proyectos y la mente activa mejora el estado físico y mental. Está comprobado que tener objetivos estimula la felicidad y repercute en tu salud. Si sufres alguna patología no dejes de planificar actividades (adaptándolas a tus posibilidades) ya que eso te ayudará a sobrellevar la enfermedad o a superarla. Si no padeces ninguna alteración, tener una vida llena de planes es la mejor forma de evitar que tu
organismo enferme.

Cuidar tu aspecto físico (sin obsesionarte) repercute en tu bienestar. Aunque hagas todo lo posible por preservar tu juventud es inevitable que el paso de los años cambie tu aspecto físico. Arreglarte y sacarle partido a tus puntos fuertes te ayuda a estar bien por fuera pero también repercute en tu interior porque sentirte 'guapa' te da felicidad. Incluso se ha constatado que las personas que más cuidan su aspecto contraen menos enfermedades, se curan antes y envejecen más despacio.

Está comprobado que el aislamiento social suma años. Psicólogos de la Universidad de Chicago (EE. UU.) demostraron que no tener demasiada vida social causa un deterioro físico que acelera el envejecimiento. Cada vez que salgas a tomar un café o a pasear con una amiga, estarás ganando salud y bienestar.

La ansiedad altera el ritmo del corazón y eso envejece. Si estás 'estresada' tu corazón sufre y tu respiración también es dificultosa. Esto favorece la formación de radicales libres, que aceleran el deterioro.

Para desconectar y relajarte a diario puedes recurrir al yoga, los masajes o los baños con esencias florales. Y toma nota de este curioso dato: ver fotos de seres queridos (que evoquen en ti buenos recuerdos) ayuda a superar un episodio de estrés, según sugieren científicos de la Universidad Cornell (EE. UU).

La fuerza de voluntad te regala años de vida. Según la Universidad de Cambridge (Reino Unido) puedes llegar a vivir 14 años más si dejas de fumar, reduces el consumo de alcohol (máximo una copa de vino al día), abandonas la vida sedentaria y comes cada día frutas y verduras. Solo necesitas determinación.

Lleva con orgullo tu edad y disfruta de tu momento. Nunca más vuelvas a esconder tu edad: cumplir años es sinónimo de sabiduría... y también de felicidad. No en vano un estudio científico en Reino Unido ha demostrado que el mejor momento de la vida casi nunca llega antes de los 33 años. Y a partir de ese momento siempre se va a mejor. Sácale partido a la independencia que te brinda ahora la vida, de tener a los hijos criados, de los nietos, del tiempo libre... Cada momento es especial y único. Aprender a disfrutar de ello es un seguro de felicidad... y de salud.

Practica el sueño terapéutico. Un mal descanso baja tus defensas como si vivieses estresada. La privación del sueño provoca que el sistema
inmunológico entre en acción, es decir, que reaccione del mismo modo que cuando sufres estrés (reduciendo
la actividad de los glóbulos blancos), según un estudio publicado en la revista 'Sleep'.

Madrugar te hace más feliz que acostarte tarde. Si eres de las que aprovecha las últimas horas del día para hacer cosas y, sin embargo, te levantas tarde, toma nota: un estudio de la Universidad de Toronto (Canadá) asegura que las personas que se despiertan temprano se sienten más felices y satisfechas con su vida.
 

Ríete con ganas porque la risa atrae lo bueno

Curiosamente el envejecimiento afecta a las células, a las necesidades alimenticias y de sueño, al estado físico... pero no al sentido del humor ni a la capacidad de reír, según un estudio canadiense. Y conviene no dejar de hacerlo porque, según la Universidad de Navarra, reír puede alargar la vida hasta cuatro años.

  • Oxigena todo tu cuerpo. Las carcajadas producen un masaje facial que, lejos de generar arrugas, tensa los músculos. Como aumenta la oxigenación del cuerpo, la piel recibe una dosis extra de aire que rejuvenece.
  • Te llena de felicidad. Al reír, el sistema nervioso central libera al torrente circulatorio endorfinas, unas hormonas que aumentan la felicidad, calman el dolor y funcionan como un verdadero antidepresivo natural.
  • Tus músculos lo agradecen. Cuando reímos todo el cuerpo vibra y esto tiene enormes beneficios sobre todo el organismo. Por ejemplo, soltar la carcajada es perfecto para ejercitar los músculos abdominales.
  • Mejora tu autoestima. Se ha demostrado que, aunque parezca contradictorio, reírte de ti misma hace que te sientas más segura. Por ello, tu autoestima mejora.
  • El corazón también gana. Según un estudio de la Universidad de Maryland (EE. UU.), reír 15 minutos al día rejuvenece el corazón porque al hacerlo aumenta un 22% el flujo de sangre.