Accidentes coronarios, diabetes, úlceras... la mala salud dental es factor de riesgo de más trastornos de los que seguramente imaginas. Por ello es importante que visites regularmente al dentista, por lo menos una vez al año. Además, debes estar pendiente del aspecto que tienen, porque este también puede ser indicador de alguna patología.

Si notas que su color cambia

Que tus dientes no sean demasiado blancos no debe preocuparte: cada persona tiene su tono y no es verdad que las dentaduras amarillentas sean más frágiles que las blancas. Hay que fijarse en los cambios de tonalidad, aunque también en este terreno hay que apuntar que, con el transcurso de los años, la blancura original se va perdiendo. Pero si la modificación es muy llamativa puede deberse a que el esmalte haya perdido fuerza y eso propicia la invasión de bacterias y, por tanto, las infecciones. Pero, ¿por qué puede suceder esa transformación? En la gran mayoría de los casos, detrás hay malos hábitos.

Demasiado azúcar. Abusar de ella es una de las principales causas de que el esmalte dental se dañe y amarillee. Y ten en cuenta que a las bacterias les encanta el azúcar, por lo que si te excedes en su consumo estás propiciando las caries.

Un exceso de cigarrillos, tés y/o cafés. Tienen la capacidad de teñir los dientes hasta el punto de volverlos casi negros. Además, por efecto de la nicotina, que es vasoconstrictora, las encías se vuelven más débiles ante los ataques de las bacterias.

Abusar de los zumos de cítricos. No importa que sean naturales. Aparte de lo perjudicial que resultan para los dientes los azúcares que puedan contener, el ácido que también está en su composición provoca una reacción química en el esmalte que lo vuelve de color amarillento. Además, dicha reacción química perjudica al calcio de los dientes, que pueden por ello volverse demasiado débiles.

Una limpieza inadecuada. Cuando un diente amarillea, muchas veces es porque hay sarro (compuesto de desechos, sales minerales y alimentos que poco a poco crea una capa dura). Ese sarro, que contiene bacterias, puede causar una infección (periodontitis) que provoque la pérdida de piezas dentales. Para prevenirlo, hay que cepillarse bien tras cada comida. Cuando ya se ha formado, el odontólogo tendrá que eliminarlo profesionalmente.

El uso repetitivo de colutorios. Si utilizas más de dos semanas seguidas colutorios con clorhexidina (a veces se usan contra la gingivitis) los dientes también pueden amarillear.

¿Y si es culpa de los fármacos?

Nunca debes abandonar un tratamiento médico que te han prescrito sin consultar con el médico pero no está de más que sepas que algunos medicamentos, como los antibióticos con tetraciclinas, pueden dar a los dientes un tono marrón (si te sucede, quizás te puedan recetar algún fármaco alternativo). La quimioterapia y la radioterapia también provocan cambio de coloración dental, en este caso hacia el amarillo.