Cada mañana, o noche, entras en él y dedicas unos minutos a lavarte, peinarte, hidratarte de forma rápida (a veces ni siquiera todo el cuerpo) y darte un toque de maquillaje. ¿Pero sabes que puedes sacar mucho más partido a ese espacio de tiempo? No necesitas grandes inversiones ni conocimientos expertos, basta con un poco de organización y algunos cosméticos adaptados a tus necesidades.

1. Exfoliar

Puedes limitarte a enjabonar la piel o pulirla con una exfoliación: afina la epidermis, la ilumina, suaviza, alisa, activa la circulación y cierra el poro. La deja preparada para los beneficios de tratamientos posteriores, porque la limpia en profundidad liberándola de células muertas.

2. Piel más suave

¿No tienes tiempo de hidratar tu piel? Hazlo directamente en la ducha. Los acondicionadores corporales funcionan como los del cabello, se aplican sobre la piel limpia y húmeda y se aclara. Consigues una piel de seda y sin esfuerzo. No necesitas crema corporal, te secas con la toalla y ya te puedes vestir.

3. Piernas ligeras

Acaba tu ducha diaria con agua fría a presión sobre las zonas donde suele acumularse celulitis para movilizar esta grasa: empieza con movimientos circulares de nalgas a pies y termina con pasadas ascendentes que vayan de tobillo a rodilla.

4. Reafirmar senos

Un masaje con agua fresca mantendrá el pecho turgente más tiempo. Y no es tan duro como parece. Con la ducha de teléfono en una mano, levanta el otro brazo y dirige el chorro a presión en movimientos circulares, tres veces a un lado y tres al otro. Cambia de brazo.

5. Tonificar o relajar

Muchos geles de baño incluyen en sus composiciones aromas relajantes (lavanda, melisa, azahar…) que favorecen el descanso, ideal si te duchas antes de acostarte. O energizantes (menta, geranio, romero, limón…) para empezar la jornada con entusiasmo.

6. Cutis de ensueño

Aprovecha que estás bajo el agua para el peeling semanal. Lo ideal es hacerlo el mismo día que el tratamiento capilar. El efecto sauna del agua caliente abrirá tus poros haciéndolos más receptivos a una mascarilla corporal que aplicarás justo después de la capilar. Tras 10 minutos para que surtan efecto aclara ambos productos con agua fresca.

7. Hidratar el cabello

Para hidratar y nutrir tu pelo, nada como una mascarilla que permanezca en exposición de 5 a 10 minutos. Repara y fortalece el cabello debilitado, regenerándolo en profundidad. Y la ducha es el mejor momento para ello. Mientras actúa, cierra el grifo y aprovecha para depilarte o eliminar durezas y callosidades en pies, talones y codos con tu kit de pedicura.

8. Depilar con cuchilla

Si este es tu método de elección para depilar, haz más fácil el proceso usando un gel que al masajear sobre la piel adquiera una textura cremosa, ideal para facilitar el deslizamiento de la cuchilla al depilar. Acuérdate de hacerlo siempre en la dirección del vello, para facilitar la extracción.

9. Cura remodelante

Deja el tratamiento estrella para el domingo (o un día que tengas más de 30 minutos para dedicártelos enteramente a ti). Se trata de envolver todo tu cuerpo –o las zonas más conflictivas, cadera y abdomen– con un barro o preparado de algas durante 30 minutos antes de la ducha.

10. Y en la bañera... sesión de spa

Un día podemos permitirnos el lujo de llenar la bañera de agua caliente con un puñado de sales o un aceite esencial y disfrutar.

  • Antes de entrar: frota tu cuerpo en seco con guante de crin para estimular la circulación y eliminar células muertas.
  • Relax total: métete en el agua, pon dos discos de algodón empapados en manzanilla en tus ojos, y permanece en la bañera 20 minutos.
  • Para finalizar: aclárate con un chorro tonificante y deja correr agua caliente por el cuello para relajar cervicales.