Muchas mujeres se quejan de que las patas de gallo han hecho aparición demasiado pronto. Con el paso de los años los movimientos de los músculos periorbitales van estirando la piel, que termina por plegarse. A esto hay que añadir que los estrógenos van disminuyendo con la edad y que, por ello, la piel se vuelve más fina, seca y menos firme.

Soluciones a medida

Elegir la fórmula antiarrugas adecuada puede ser algo complicado debido al gran volumen de productos que hay. Una solución es dejarte aconsejar por tu esteticista pero también conocer el origen y la profundidad de esas patas de gallo:

  • Si son arrugas de expresión, se usan activos 'botox-like' (como el acetyl hexapeptide-3).
  • Para alisar la superficie de la piel temporalmente, se utilizan tensores como las proteínas de trigo y arroz, taninos (extractos de hamamelis, rosa y pepino) y derivados de la celulosa.
  • Para rellenar las arrugas, el retinol es muy eficaz a largo plazo, incluso si son profundas. El ácido hialurónico, la soja, el aceite de rosa mosqueta y el palmitoyl pentapeptide-3 son otros activos excelentes.
  • Para reafirmar la piel del contorno del ojo, se utilizan aminoácidos, péptidos, proteínas (colágeno, elastina) y los derivados de silicio.

Cómo rejuvenecer tu mirada

Sigue, además, estas otras recomendaciones.

  • Usa una crema que hidrate, proteja y regenere la piel que rodea tus ojos. A partir de los 25 años conviene dedicarle unos minutos a esta zona y aplicar a diario un producto específico mañana y noche.
  • Elige los geles o geles-crema si tu piel tiende a ser grasa y cremas si es propensa a ser seca. Reserva los parches para los tratamientos intensivos.
  • Aplica el producto sobre la piel perfectamente limpia. Toma una pequeña cantidad y hazla penetrar mediante un suave golpeteo con la yema de los dedos por todo el párpado inferior, sin desplazar la piel. No apliques el producto demasiado cerca del ojo.