Cómo cuidar la salud de tus riñones

Te damos pautas para ayudarte a reequilibrar tus riñones y todo tu organismo

Cómo cuidar la salud de tus riñones
  1. No reutilices las botellas de plástico... Cada vez que rellenas una, algunos componentes del plástico pasan al agua como partículas diminutas. Uno de los más peligrosos es el bisfenol A. Este compuesto, también conocido como BPA, puede dañar la salud de riñones, hígado y glándulas mamarias, según la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria.
  2. Ni calientes  comida en el tupper. Por el mismo motivo –ya que ese residuo está igualmente presente– no conviene que calientes la comida dentro de recipientes plásticos en el microondas. La cantidad de bisfenol A que pasa al alimento se incrementa si el plástico se calienta. El riesgo de daño renal aumenta en el caso de que ese hábito sea continuo.
  3. Bebe mucha agua si tus riñones funcionan al 100%. El cuerpo la utiliza para mantener sanos sus tejidos y órganos. Y elimina, a través de la orina, la que no utiliza. Por eso es importante que bebas al menos 2 litros al día. Si padeces insuficiencia renal moderada o grave, háblalo con el médico porque el exceso de líquido puede acumularse y dar lugar a edema (hinchazón).
  4. Eso sí, elige agua que sea baja en flúor. Sin darnos cuenta, podemos estar tomando un exceso de flúor, ya que está presente en el agua del grifo, en la embotellada y también en el dentífrico y los enjuagues dentales. El exceso de flúor daña el riñón o el hígado, y puede alterar el sistema nervioso central. Al comprar agua embotellada, lee la etiqueta y elige la menos fluorada.
  5. Reduce también el flúor de tu despensa. Porque también encontramos este mineral en determinados alimentos. Por ejemplo, en los pescados enlatados que se consumen enteros, con espinas, como las sardinas pequeñas. Aunque te aportan nutrientes buenos, si quieres cuidar tus riñones es preferible que no los tomes más de una vez a la semana.
  6. Sé selectiva a la hora de elegir las proteínas. Elimina las procedentes de la carne roja ya que originan un exceso de 'residuos' que, al no poderse filtrar, acaban por acumularse en los riñones. Estos, al trabajar más en su intento de eliminarlos, se 'debilitan'. Elige las del pescado azul, que son antiinflamatorias y se eliminan fácilmente, como publica  el 'American Journal of Kidney Diseases'.
  7. 'Condimenta' tus platos con magnesio. Este mineral bloquea las sustancias que, al acumularse, forman cálculos renales. Por eso, cuando falta magnesio, es más fácil desarrollar piedras en el riñón. Para prevenir una posible carencia... Toma legumbres o verduras de hoja verde a diario. También puedes encontrar alimentos enriquecidos con magnesio.
  8. Vigila tu presión arterial una o dos veces al mes. El riñón puede sufrir si tu tensión está por encima de los niveles idóneos: 120 mmHg y 80 mmHg. Si está elevada, los vasos sanguíneos 'sufren' y los riñones no pueden eliminar bien los residuos, lo que provoca retención de líquidos. Si está baja, no les llega suficiente sangre y tampoco podrán realiza bien su función.
  9. 'Bebe' alcachofas una vez cada quince días. Es uno de los alimentos que mejor sientan al riñón y al hígado (siempre que no estés embarazada ni sufras a menudo cálculos renales). Hierve 4 o 5 alcachofas sin sal. Además de comerlas, puedes beberte el líquido de cocción. Te sentirás menos cansada, en parte porque has dejado descansar a tus riñones con esta bebida depurativa.
  10. Medicarte por tu cuenta es perjudicial. Cualquier sustancia presente en la sangre llega al riñón y este tiene que filtrarla, es decir, eliminarla. El abuso de analgésicos, antibióticos y de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) hacen que tus riñones trabajen de manera forzada para eliminarlos. Y el daño es mayor si no tomas suficiente agua. Por eso, no te automediques.

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