Empecemos por matizar. Si de prolongar una vida saludable se trata, "es más importante dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, tener una alimentación saludable y practicar actividad física a diario que todas las revisiones médicas que se nos puedan ocurrir", afirma el doctor Rodrigo Córdoba, coordinador del Grupo de Educación Sanitaria del Programa de Actividades Preventivas y Promoción de la Salud de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc).

Con sentido común

Córdoba advierte además de un riesgo: "la revisión médica sistemática, queriendo abarcar el mayor número de pruebas, conduce a muchos falsos positivos, a encontrar enfermos en personas que en realidad están sanas, complicándoles seriamente su salud psicológica y física". El doctor también recuerda que "las revisiones médicas para pacientes sanos con ventajas preventivas demostradas son muy poquitas".

Los hay imprescindibles

Dicho esto, tampoco hay que pasarse al otro lado y caer en la irresponsabilidad de no hacerse nunca esas "poquitas" revisiones a las que aludía Rodrigo Córdoba. Y son muchos quienes las pasan por alto. Así, por ejemplo, el 26% de las españolas no se hace revisiones ginecológicas nunca o casi nunca, asegura la Sociedad Española de Obstetricia y Ginecología.
Hemos preguntado a especialistas médicos de distintas áreas para que nos asesoren sobre cuáles son, de verdad, los chequeos que deberíamos hacernos.

Aparato digestivo: Test de heces

Si nos hiciéramos uno cada año a partir de los 50 se evitarían un alto porcentaje de cánceres de colon. "El tubo digestivo es propenso a desarrollar cáncer, en particular de colon –explica el doctor Guillem Argilés- Martínez, de la División de Tumores Gastrointestinales del Hospital de la Vall d'Hebron–, pero el 90% se originan sobre lesiones premalignas que se pueden detectar y extirpar fácilmente". El test de heces debería, por eso, ser anual o bianual desde los 50 años (40 si hay familiares con cáncer de colon). Si da positivo (hay sangre en las heces) se hace una colonoscopia. Cuando esta no halla alteración o solo pólipos de bajo riesgo extirpables, se repite a los 10 años. Si hay pólipos de alto riesgo, a los 3-5 años.
En versión casera. En las farmacias se comercializan tests de heces que pueden hacerse a domicilio, pero hay quien duda de su total fiabilidad. Lo mejor es que hables del tema con tu médico de cabecera para que él pueda orientarte.

Una pastilla con cámara

La colonoscopia se hace con sedación pues la introducción de un tubo con cámara por el recto es molesta. Existe una cápsula con microcámara que se ingiere pero es cara. Y un TAC que reconstruye el colon en tres dimensiones pero que tiene aún limitaciones.

Mamografías: Cuándo empezar

"Si hay antecedentes de cáncer de seno –señala Carlos Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Senología y Patología Mamaria– deberían hacerse a partir de los 25 años, alternadas con ultrasonidos y resonancia magnética". Si no, puede esperarse a los 45 y hacerlas cada varios años. ¿Y la citología? Esta prueba, que permite detectar células cancerígenas en el útero, es aconsejada por la mayoría de los ginecólogos cada año desde que se es sexualmente activa o a partir de los 25. A veces olvidamos cómo hay que prepararse para ella: no debes tener la regla y en los dos días anteriores no debes haber mantenido relaciones sexuales con penetración ni haberte realizado lavados vaginales con jabón u otros productos.
Lo último: su versión en 3D. Se llama tomosíntesis en 3D y captura múltiples imágenes de cada mama a partir de cortes milimétricos, mejorando los resultados de la mamografía. Su uso es aún limitado.

Piel bien vigilada

En Alemania ya se recomienda una exploración cutánea corporal bianual a partir de los 30 años.
Incluso antes. "Si hay más de 100 nevus (lunares) o antecedentes personales o familiares de melanoma habría que revisarse antes de esa edad y cada año; cada seis meses, si se dan juntos todos esos elementos", explica la doctora Susana Puig, de la Unidad de Melanoma del Hospital Clínic de Barcelona.
Demasiado sol. Por otro lado, solemos olvidar que si nos hemos expuesto demasiado al sol a lo largo de la vida también deberíamos visitar más al dermatólogo. La revista 'Cáncer Epidemiology, Biomarkers and Prevention' publicó que quemarse por el sol 5 veces antes de los 20 años eleva un 80% el riesgo de melanoma.
La revisión (de unos 10 minutos) consiste en una exploración visual total y una dermatoscopia: se usa una lente de aumento y luz polarizada para detectar lesiones minúsculas. Ante algo sospechoso, lo habitual es extraer un fragmento mínimo de piel para analizarlo.

Revisión cardiológica: El vulnerable corazón femenino

Tras la menopausia, al descender los estrógenos, pierde la protección que estos le proporcionaban. "Además, tras los 45, los niveles de colesterol tienden a estabilizarse en los hombres pero aumenta en las mujeres", explica Leandro Plaza, presidente de la Fundación Española del Corazón. Por eso, "la menopausia marca cuándo la mujer debe controlar anualmente su corazón".
Empieza la revisión. De entrada, se controla la presión arterial y se hacen analíticas de sangre y orina para averiguar los niveles de colesterol y demás grasas que pueden obstruir las arterias.
Otras pruebas. También se hace un electrocardiograma, que evalúa el ritmo y la frecuencia cardiaca; y un ecocardiograma, que ofrece una imagen en movimiento del corazón y permite observar sus estructuras.
La ergometría. Esta prueba, que mide la respuesta del corazón al esfuerzo (pueden hacerte correr sobre una cinta), suele prescribirse, como otras, solo si se detectan anomalías. Sin embargo, hay médicos que recomiendan hacerse una rutinaria al inicio de la menopausia. Y también un ecodoppler, una ecografía de las arterias carótidas del cuerpo para observar si el flujo sanguíneo a través de ellas es correcto (de lo contrario, puede presentarse, por ejemplo, un ictus).
Late más que el de los hombres. El corazón femenino es más pequeño que el del hombre, por lo que expulsa menos sangre cada vez que se contrae, pese a tener la misma demanda de oxígeno. Así, late más veces por minuto y se desgasta más. Por eso sus infartos tienen peor pronóstico

Tras los 45, controles rutinarios: ¿Cuánto azúcar tienes?

"Tras los 45 años debe hacerse, al menos, un control trianual de glucosa", asegura la doctora Noemí González Pérez de Villar, de Endocrinología y Nutrición del Hospital La Paz (Madrid). Un análisis de sangre basta. Si bien los diabéticos se la miden en casa, "su sistema de automedición no sirve para diagnosticar la diabetes: puede dar sustos innecesarios o una confianza falsa", dice la doctora. Pide una analítica en tu ambulatorio.

La fuerza del soplido: Si tus pulmones fuman...

Vigílalos de cerca para saber cómo la nicotina va afectándoles con el tiempo."Hasta el 10% de los adultos tiene Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) y el 80% no lo sabe", dice el doctor Javier Zulueta, del Departamento de Neumología de la Clínica Universidad de Navarra. El tabaquismo es la principal causa de este trastorno respiratorio. A partir de los 40, todos los fumadores deberían hacerse una espirometría. "Si uno llena completamente los pulmones, debería vaciar de un soplido al menos el 70% del aire", explica Zulueta. Y añade: "Tampoco está de más un TAC torácico de baja radiación y un estudio del esputo para la detección precoz del cáncer de pulmón".

Osteoporosis: Demasiado preocupadas

Estudiar la densidad de los huesos entrada la menopausia es una opción pero no debes obesionarte con ello. Se habla tanto de osteoporosis vinculada a la menopausia, que se cree que en esa etapa todas las mujeres deben hacerse una densitometría. Pero en mujeres sanas menores de 65 años no es útil para clasificar las que van a sufrir fracturas –explica Mónica Vázquez, Jefe del Servicio de Reumatología del Hospital Ramón y Cajal (Madrid)– e induce a poner tratamientos que no han demostrado beneficios preventivos. Somos el país que más fármacos toma contra la osteoporosis y lo cierto es que en 20 años no hemos logrado bajar su incidencia. Preocupar a las mujeres en la menopausia con esto, y medicalizarlas, no tiene sentido", dice la doctora Vázquez.