8 claves para ganar seguridad en uno mismo

Los siguientes consejos permiten salir del círculo vicioso en que puede encerrrarnos la timidez para poder así disfrutar de la compañía y del afecto de los demás

8 claves para ganar seguridad en uno mismo


1. Vive cada instante

Queremos tenerlo todo resuelto de antemano y, buscando tener todas las respuestas antes incluso de haber escuchado las preguntas, lo único que logramos es incrementar el temor. Concentra tu energía en la situación de cada instante presente haciendo lo más conveniente momento a momento. Suéltate, déjate llevar por la
situación e intenta disfrutar; esa es, en el caso de las relaciones, la mejor opción.

2. Busca lo auténtico

Si puedes dejar de lado, aunque sea un momento, la frenética interpretación de los signos que crees encontrar en el ambiente, en las miradas y comentarios de los demás, habrás dado un paso esencial. Si logras concentrarte en tus necesidades genuinas, es decir, aquellas que provienen de quien eres y no de la idea que
tienes acerca de quien deberías ser, entonces habrás tenido acceso a un centro fiable de cordura interior que funciona como una brújula segura.

3. No evites lo nuevo

No le temas a unas pocas mariposas en el estómago ante situaciones nuevas, desafiantes o excitantes. Te mantienen despierto, conectado y son signo de entusiasmo. Imposible obtener ningún logro sin esa dosis de activación. Si te mantienes centrado en el presente y en ti mismo, la ansiedad no se incrementará hasta el
punto de desorganizarte mentalmente.

4. Aprende a relajarte

La relajación muscular es, en sí misma, un antídoto de la ansiedad, por eso los medicamentos que combaten la ansiedad son también relajantes musculares. Te relajarás si, ante una situación de apremio, buscas un instante de pausa, cierras los ojos, sueltas la tensión muscular –sobre todo de la musculatura respiratoria– y te
brindas una respiración profunda, lenta y suave. Repite esta operación varias veces hasta que consigas disminuir tu ansiedad. Es algo que puedes practicar en todas las situaciones.

5. Encuentra a tu ‘yo’ observador

Es de gran importancia que desarrolles un observador de tus propios síntomas. Se trata de ver la ansiedad, la vergüenza o lo que sea que sientas como simples síntomas, desde un 'yo' más estable. Este hecho te brindará la oportunidad de distanciarte de la situación concreta, impedirá que te quedes 'pegada' a ella. Así,
obtendrás libertad de acción a pesar de las emociones.

6. Háblate en positivo

No pronuncies ni pienses frases que contengan las palabras 'siempre' y 'nunca', ya que tienden a crearte la ilusión falsa de que el pasado carece de matices –ha sido 'siempre igual'– y que el futuro es inevitablemente catastrófico. Dale la oportunidad a lo nuevo para que se muestre verdaderamente nuevo y despliegue sus atractivos, todas sus posibilidades. Ante los proyectos, las propuestas, las nuevas ideas, dite, todas las veces
que puedas: '¿Por qué no?'. Si dudas, da un paso adelante y actúa.

7. Aprende a mirar distinto

No creas que eres el depositario universal de las faltas y las limitaciones, ni veas a los demás como eternamente libres de miedos e inseguridades. Absolutamente todos requerimos amor y reconocimiento y todos sufrimos cuando no los obtenemos. En eso estamos hermanados. Cuestiónate la idea de que todo el mundo está en esta vida para observar tu lista de defectos y errores.

8. Ríete de tus miedos

Reflexiona sobre el hecho de que la timidez, la vergüenza y una enorme porción de los miedos que padecemos son sólo juegos de la mente. No le escatimes una pequeña dosis de humor a este dato. A veces, los miedos y aprensiones son movimientos compensatorios frente a un dolor no resuelto del pasado. Busca ayuda, si te parece necesario, pero muéstrate un poquitín menos crédulo frente a las catástrofes que te anticipa automáticamente tu ordenador personal, es decir, tu propia mente.
 

Loading...