Muchas de las creencias populares más arraigadas sobre el cabello y sus cuidados son falsas. Descubre la verdad que hay detrás de ellas...

1. "Hay que ir variando de champú, pues deja de ser eficaz"

Falso. Los champús no pierden su eficacia porque los uses mucho tiempo. Lo que sucede es que las condiciones del cabello van cambiando: si lo tiñes, si recibe mucho sol, si pasas por alguna carencia vitamínica o de minerales... Hay que cambiar solo si notas en tu pelo nuevas necesidades: para combatir la caída, restarle encrespamiento...

2. "Si te arrancas una cana, te salen siete"

Falso. Cada folículo fabrica el cabello de forma independiente a los folículos vecinos, es decir, lo que ocurre en uno (por ejemplo, arrancar un cabello) no afecta al comportamiento del resto. Y las canas siempre van en aumento, es parte del proceso de envejecimiento capilar.

3. "El lavado diario potencia la caída"

Falso. Es solo una impresión. Lo que ocurre es que, por la fricción y el arrastre del agua, se desprenden cabellos que estaban a punto de hacerlo y que caerían igualmente al cepillar, al dormir... Lavarse el pelo a diario es solo útil en cabellos grasos para que la grasa no impida respirar al cuero cabelludo. Pero no siempre.

4. "Cortar el pelo lo hace crecer más y más fuerte"

Falso. El grosor del cabello depende de cada persona: si tiene los bulbos pequeños, su cabello es fino; si los tiene grandes, grueso. Sí es verdad que, al cortar el pelo, se eliminan las puntas, muy finas al estar desgastadas, y por eso el cabello recién cortado parece más grueso al tacto. Solo crece con mayor vigor en tres situaciones: en la juventud (las células del bulbo son más activas), en verano (el calor potencia su metabolismo) y por las noches (momento de regeneración). Si quieres dar volumen a tu melena, utiliza champús, cremas, mascarillas y productos de acabado específicos. Y seca y peina siempre el pelo boca abajo para ‘separarlo’ del cuero cabelludo.

5. "Lavarlo con agua fría hace que brille más"

Es una verdad a medias. Lo que sí sucede es que el agua muy caliente irrita el cuero cabelludo y disuelve los lípidos que recubren las cutículas, dejando el pelo más áspero y con un tono mate. Con el agua fría, esto no sucede, y el pelo queda con más luz. Ahora bien, es menos efectiva que la tibia para eliminar la grasa.

6. "Estará más bonito si lo cepillas 100 veces antes de dormir"

No tanto... Quienes defienden esta teoría dicen que es muy beneficioso porque estimula la irrigación del cuero cabelludo y ayuda a eliminar impurezas. Pero para eso basta con cepillarlo normalmente (una sola pasada) antes de acostarse, 100 es un número tan excesivo que puede provocar sarpullido, enrojecimiento... Además, puedes arrancar de forma involuntaria gran cantidad de cabellos. En cuanto al cepillo, una recomendación: no lo uses nunca en húmedo. Para desenredar son menos agresivos los ‘peines tenedor’. Empieza siempre por las puntas.