A menudo, cuando pensamos en platos de pasta solo se nos vienen a la cabeza los típicos espaguetis con carne o esos macarrones con chorizo tan de martes a medio día en casa o incluso de táper improvisado para el día siguiente. No obstante, la pasta también puede ser un plato digno de servirse en celebraciones y ocasiones especiales. Todo depende de lo que te curres su elaboración y las salsas que la acompañan. Un buen ejemplo son estos raviolis rellenos de marisco y con crema de azafrán. Todo un lujo que podemos elaborar cuando queramos sorprender (muchísimo) a nuestros invitados. Primero debemos partir de un sofrito básico de puerro y cebolla que dividiremos en dos. Luego salteamos el marisco y lo cocemos reservando el caldo. Hervimos también los mejillones y hacemos lo mismo con el caldo y lo mezclamos con el anterior. Después tenemos que picar casi todas las colas de los langostinos, las gambas y los mejillones y agregarlo a la mitad del sofrito que habíamos reservado junto con un vaso de caldo, maicena y el azafrán previamente tostado. Este será el relleno de la pasta wanton que tendremos también que hidratar previamente. Con el resto del sofrito prepararemos la salsa. Volvemos a ponerle harina de maíz para que quede más espesa junto con el caldo y el azafrán restantes, reducimos, trituraremos todo bien y luego lo pasaremos por el colador chino para conseguir una salsa muy fina. A la hora de servir los raviolis de wanton ya rellenos, les colocaremos encima alguna colita de langostino reservada, la salsa y, si queremos, un poco de perejil picado. Consejos: La pasta wanton se puede rellenar de montones de maneras diferentes. Puedes usar carne o pescado, verduras, setas... siempre parte de un sofrito sencillo y el ingrediente principal que quieras. Y recuerda que siempre hay que hidratarla antes de rellenarla porque después no lleva ningún tipo de cocción. A la hora de añadir maicena para elaborar una salsa y que esta quede más espesa hazlo siempre sin dejar de remover y en caliente para que no salgan grumos y asegúrate de que queda bien tostada para que no deje sabor crudo.