La hora de servir el postre en una mesa muy concurrida puede ser un auténtico caos. Cada uno de los comensales te pide una porción de un tamaño distinto y siempre surgen complicaciones: que si la tarta no se queda de pie, que si hay poca salsa de caramelo en el flan, que si se rompe al desmoldarlo... ¿sabes cómo puede ahorrarte todos esos quebraderos de cabeza? Sirviendo tus postres en vasitos individuales. Así, solo tendrás que repartir uno para cada uno y listo. En este caso, hemos preparado unos vasitos de lo más coquetos con crema de limón y una base de galletas . Algo ligero y sencillo perfecto para finalizar esas comidas copiosas en familia de fiestas y celebraciones de todo tipo (salvo los cumpleaños, claro, donde no poner tarta es casi un pecado). En cualquier caso, montar estos vasitos no te costará nada de esfuerzo y puedes hacer tantos como vayas a necesitar para servirlos a cada uno de tus comensales . De esta manera, también te ahorras que sobre mucha cantidad y tener que estar rematándolo durante días. Ánimate a prepararlas, quedan genial y la única dificultad pasa porque la crema de limón esté bien cocinada. Para ello, nada mejor que hacerla a fuego lento y no dejar de remover con las varillas para que la maicena se disuelva correctamente y no queden grumitos. Consejos: Si te echa para atrás el no tener suficientes vasos entre tu menaje para que cada uno tenga el suyo, puedes guardar tarritos de conservas y mermeladas (no importa que sean distintos mientras no sean demasiado grandes) y luego decorarlos con unas cintas rojas y verdes para darles un toque navideño. Puedes hacer esta misma receta utilizando mandarinas, limas o naranjas o incluso combinar varios tipos distintos de cítricos para darle un toque más exótico a este postre.