A menudo, en las peores condiciones, sacamos lo mejor de nosotros mismos. Esto les ocurre a los famosos, quienes, sin tanto maquillaje, ni cremas específicas, ni tan si quiera champú, lucen mejor que nunca cuando van a ‘Supervivientes’ y solo cuentan con salitre y sol como únicos embellecedores. Y a algunos, creedme, les sobra.
¿Qué me decís de esa Rosa Benito en plan salvaje que nos regaló ‘Supervivientes’ en su edición del año 2011? Acostumbrados como estábamos a verla con el pelo perfecto, la onda impecable, el labio pintado y el tacón plantado, descubrirla en la playa a lo Bo Derek, que solo le faltaban las trencitas, fue toda una revelación.
O Miriam Sánchez. ¿Os acordáis? La exactriz de películas para adultos solía apostar por aquel entonces por looks extremadamente sexys, maquillajes abusivos… y fue llegar a la isla, ponerse su cinta en la cabeza y un cómodo bikini y ahí sí que nos enamoró. Nos pareció que tenía un rostro muy dulce, que la piel bronceada le sentaba de maravilla y que los estilismos que llevaba en ‘la civilización’ no le favorecían ni la mitad que el de exploradora.
A ellos también les han ocurrido cambios parecidos. Recordamos a Rafa Mora, con esa cabeza rapada, y que en la isla, a falta de maquinillas, se tuvo que dejar barba y el pelo algo más largo, y que se le puso rubio por el efecto del sol. También, por la falta de alimento, perdió peso, y esto le hizo verse menos ‘armario de dos cuerpos’. Estaba más atractivo. Menos tronista, sí, pero mucho más ‘humanizado’.
También cambiaron para bien Marc Ostarcevic, en 2003, y Nacho Montes, en 2014. Los dos perdieron mucho peso, que les vino bien para verse más jóvenes y ágiles, y el moreno que ligaron fue divino. Es más, a Marc le gustó tanto el look ‘naúfrago’ que lo ha mantenido estos años: barbita canosa y melena. Y bañador turbo. Eso que no falte. A Nacho le vino estupendamente para perder unos kilos, y los ha mantenido muy a raya todo este tiempo.
Lo tengo clarísimo, ‘Supervivientes’ es la nueva Buchinger.