Belén Esteban. Bueno, vale, digamos que el arte de Terpsícore no es lo tuyo. Reconozcamos que, en algunos momentos de ‘¡Más Que Baile!’, estábamos en un ay porque parecía que fueras a perder el equilibrio y darte de morros contra el suelo, querida muchacha. Admitamos que Edurne lo hacía mejor que tu, sí.
Sí, pero…
¡Si yo quiero ver bailar bien, me voy al Bolshói, puñetas! Si me refocilo delante del televisor con una cerveza un miércoles por la noche es para evadirme de mis problemas cotidianos, para reírme un poquito y también sentir ternura por una persona que no tiene facilidad para bailar. Pero, ahí está, ofreciéndonos un espectáculo. Y como yo, los 3 millones y medio de personas que veíamos este show, y los cientos de miles que votaron para que ganara Belén, porque les entretenía y la querían. ¡Al infierno, Mainat, con esos comentarios denigratorios! ¡Y si tan valientes somos, haberlo dicho entonces!