¡Cómo lloré el día en que Isabel Pantoja apareció contigo en brazos! Con qué ternura seguimos tus cumpleaños, tus primeros pasos flamencos, tu primera comunión, nos emocionamos cuando advertimos que dejabas atrás la infancia y te convertías en adulta…

Sí, pero…

Vale, bonita película, pero es que ¡adulta no has sido jamás! ¡Pero si has tenido un hijo que yo creo que ya es mayor que tu, querida pequeña! Porque tu comportamiento errático, los novios que te hemos conocido, que no sé si son el mismo o es que todos se parecen, tus ahora riño ahora me caso, nos tienen sumidos en la perplejidad más absoluta. ¡Pero si tu hermano Kiko Rivera comparado contigo parece el filósofo estoico Zenón de Citio! Danos un momento de respiro, y no sé, ponte a trabajar por ejemplo. No duele, te lo juro, repite conmigo “no duele”. Todos juntos, “!no duele!”