Ay, las herencias. Coincido con el sobrino, mánager y ahijado de Manolo Escobar, el inteligente Gabriel García Escobar, desolado ahora por la muerte de su tía Anita. “Se deprimió mucho cuando se fue tío Manolo. Se había obsesionado con la idea de que estaba arruinada, hice cuentas y le dije: Mira, con lo que tienes, puedes vivir 67,3 años más… ¿Es suficiente?”. Deduzco que gracias a sus cuadros, porque en vida de Manolo se vendió un Sorolla por 95.000 euros. Le pregunto si él, que tanto hizo por la pareja, ha heredado algo y me responde emocionado: “La chaqueta roja con la que actuaba y el primer disco de oro que consiguió cuando empecé a representarle”. Poca cosa me parece, la verdad.